DEVOCIONAL – LAS TENTACIONES

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DEVOCIONAL – LAS TENTACIONES

Pasaje clave: Santiago 1:12.

1. Las tentaciones siempre vienen de Satanás (Lc.4:2, 13, 1ºTes.3:5).

2. Las tentaciones tienen como propósito:

Debilitar nuestra fe.

Hacernos pecar.

Alejarnos de Dios.

Robarnos la bendición.

Destruir el propósito de Dios para nuestras vidas.

¿Piensas que algunas de estas cosas están sucediendo actualmente en tu vida? Si es así ¿a qué tentaciones estás cediendo?

3. Dios nunca tienta a nadie (Stg.1:13).

Dios no es sádico, Dios no es perverso. Él las permite, no las provoca. Las tentaciones no salen de Dios, pero Él permite que lleguen a nosotros para ver si nuestra dependencia de Cristo es real.

Job fue probado, Dios permitió que Satanás lo maltrate, pero también fue tentado a maldecir a Dios y morirse (Job 2:9). Y esa tentación no provino de Dios.

4. Las tentaciones ¿evitables o inevitablesí.

Tentaciones sexuales, de odio, de rencor, de frialdad, de egoísmo, de mentiras, de robo, de abuso, de violencia, de dudas acerca de Dios y de su Palabra, etc., van a llegar hasta nosotros, muchas veces de manera inevitable.

Por otro lado, muchas veces nosotros mismos nos metemos “en la boca del lobo” y nos exponemos abiertamente a todo tipo de tentaciones. Tenemos que identificar claramente los lugares, las personas, las cosas y los medios que nos incitan a pecar y huir de ellos.

Lo que sí es evitable es ser vencidos por ellas.

¿Puedes identificar cuál o cuáles son las tentaciones que frecuentemente experimentasí

¿Qué “bocas de lobo” deberías empezar a evitar para librarte de tentaciones indeseadasí

5. Ceder a la tentación es una decisión personal (Stg.1:14-15).

Satanás pone una carnada. Somos “seducidos” por algo atractivo, excitante, prohibido.

Se enciende el deseo de hacerlo. La mente comienza a trabajar: “Y si lo hago”, “si voy”, “no puedo perder esta oportunidad”, etc.

Mordemos la carnada. Lo hacemos, y pecamos al hacerlo. Pero nadie nos obligó, fue una decisión personal.

El resultado: Placer inicial, pero finalmente pecado y pérdida de la comunión con Dios.

6. Podemos tener victoria sobre la tentación.

No podemos evitar que Satanás ponga sus “carnadas” para tentarnos, pero sí podemos evitar “comerlas”.

Vencer la tentación es una decisión personal, y debe ser firme y contundente. Jesús nos dejó el secreto para vencer cualquier tentación: Proclamar contra Satanás y sus demonios la Palabra de Dios (Mt.4:4, 7, 10).

Jesús no titubeo. Jesús no dudó. Jesús no se dejó seducir. Jesús enfrentó las tentaciones con firmeza y determinación: “Escrito está…”.

Cuando Satanás se acerque a tentarte con sus mentiras, repréndelo en el nombre de Jesús con las verdades de Dios.

“Apártate de mí Satanás, porque está escrito que…”.

“Fuera, porque dice la Palabra de Dios…”.

No le tengas miedo a las tentaciones, porque cada tentación vencida te hará más fuerte. Cada tentación frente a la que te plantes y le digas ¡NO! en el nombre de Jesús te fortalecerá. No tengas miedo. Hoy es el tiempo que conquistes y no te dejes conquistar.

Escrito para : www.DevocionalesCristianos.org

Edgardo Tosoni

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