ESTUDIOS BIBLICOS – LA LEY DEL ENFOQUE (Recomendado)

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Job 42: 10 «Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job»


Génesis 1: 11 «Después Dios dijo: Produzca la tierra hierba verde hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla está en él, sobre la tierra. Y fue así».

¿Qué cosas debemos hacer para cosechar el doble?

Este es el tiempo de la cosecha. Para cosechar lo que Dios tiene preparado para nosotros tenemos que aprender a ejercer la autoridad. Solo cuando ejercemos autoridad, podemos tomar lo apartado para nuestra vida, pero para ejercer autoridad debemos tener un carácter maduro. Pablo dice: «El heredero mientras es niño, es heredero pero no puede tomar la herencia porque es niño». En la antigüedad al niño se le asignaban dos personas:


  • Una para que administrara sus bienes, y era el que decidía por el niño pues no podía tomar decisiones. Cuando eres inmaduro espiritualmente siempre va a haber gente que decida por ti: vas a estudiar lo que tu mamá quería, vas a hacer lo que la gente te dice, lo que tu pastor te mando hacer.


  • Tenían tutor que era el que le decía qué cosas podía hacer y qué cosas no.



    Hay gente que necesita que la vigilen: a qué hora llegó, si hace las cosas bien; gente que cuando el jefe no está hace cualquier cosa. Cuando una persona es inmadura necesita que la vigilen. Pero cuando una persona madura crece espiritualmente, no necesita que nadie decida por ella, decide por sí misma y no necesita que nadie la vigile porque ahora la ley está en su corazón, por lo tanto:

– No necesito que me controlen,

– Sé a la hora que tengo que venir,

– Sé las cosas que tengo que hacer,

– No necesito que me digan qué está bien y qué está mal, porque he madurado, he crecido.

Cuando eres un hijo maduro puedes ejercer autoridad. ¿Cómo podemos madurar? Congregándose y estudiando la Palabra del Señor. En tiempos del Antiguo Testamento, Dios escondió su gloria en un arca llamada el Arca del Pacto. Era un cofre de oro, donde literalmente Dios vivía; estaba en un lugar dentro de una carpa llamada Lugar Santísimo, y había una cortina. El Sumo Sacerdote solamente podía entrar una vez por año a ese lugar a ese lugar a ministrar a Dios. Era tan importante ese acto, que el sacerdote entraba con campanitas, para que los que estaban afuera escucharan si estaba vivo o no; mientras el sacerdote se movía, la gente decía Dios no lo mató. No solo entraba con campanitas sino que tenía una soga en su pie; porque si se presentaba en pecado frente a la Gloria de Dios se moría; y quién entraría a sacarlo, nadie podía; por eso tiraban de la soga. La Gloria estaba solamente para unos pocos.

Cuando vino Jesús, Dios sacó su Gloria de ese cofre, y la escondió en el Cuerpo de Cristo. Cristo es la Gloria de Dios. Cuando una persona se conectaba con Cristo, descubría la gloria de Dios en El. Una vez una mujer estuvo enferma doce años y dijo: «si tocare el borde de su manto seré sana». Y Jesús dijo: «¿Quién me tocó?». Los discípulos dijeron: «Señor, hay miles de personas, como preguntas quien te tocó». Y Jesús dijo: «Porque alguien tocó mi gloria». Y esa mujer que tocó el manto de Jesús, fue sanada porque se conectó con la Gloria de Dios.

Cuando una persona se conecta en su espíritu con la Presencia de Dios, con la Gloria de Dios, es bendecido, restaurado, sanado. Había gente que no logró descubrir la Gloria que estaba en Jesús; por ejemplo, los fariseos, los legalistas, los religiosos, nunca descubrieron la Gloria de Jesús; pero la gente que se conectó y vio la Gloria que estaba en Cristo, fue sanada y bendecida.

Cuando Jesús murió y resucito, la Gloria que estaba en El, pasó al cuerpo de Cristo y nosotros somos su cuerpo. La Gloria de Dios está en nosotros. Por eso Jesús dijo: «Padre, la Gloria que me diste le he dado». Cuando alguien viene a la iglesia (la iglesia no es el edificio; somos nosotros), se pone en contacto con la gloria escondida dentro de nosotros y la persona es sanada, bendecida y restaurada. No es lo mismo adorar solo en tu casa a que vengas a adorar a la iglesia; porque cuando te reúnes con tus hermanos, cuando hay dos o más, la gloria se manifiesta como cuerpo y esta gloria no está destinada para unos pocos, es una Gloria para Multitudes.

Para cosechar el doble debo estar enfocado.

Estar enfocado es tener una imagen clara de adonde quiero llegar. El problema de muchos cristianos es que se desenfocan. Dios les dijo donde deben llegar y ellos se distrajeron, se desenfocaron, se pusieron a cazar moscas; empezaron a preocuparse por cosas que lo sacaron de foco – es como cuando miramos televisión y la imagen no está bien porque está fuera de foco; o cuando ponemos la radio y no se escucha bien la señal porque se mezcla con otras-. Estar enfocado es tener claro adonde Dios quiere que lleguemos; sin embargo, nos podemos desenfocar fácilmente:

– Un viaje, me puede desenfocar;

– Un trabajo, me puede desenfocar;

– Una pelea, me puede desenfocar;

– Una pareja, me puede desenfocar;

– El que está al lado nuestro, nos puede desenfocar.

Estar enfocado es hacer primero lo primero. Hacer primero lo importante, lo que debemos lograr en la vida. ¿Si tuvieses seis meses de vida, a qué dedicarías el tiempo que te resta? Donde está el foco de tu vida, eso es lo importante, lo trascendente. Pero cuando haces lo segundo antes, te desenfocaste. Hay cristianos que no saben para qué viven, para qué vienen a la iglesia; para que oran y adoran; sus vidas son aburridas porque están desenfocados, han perdido el rumbo. Si el diablo no logra matar tu sueño, va a tratar de desenfocarte.

Hay cuatro cosas en las que necesitamos estar enfocados siempre:

– Debo estar enfocado en mi cosecha

Investigando la Biblia encontramos que durante todo el año los judíos cosechaban:

•  abril – mayo cosechaban lino

•  junio – julio cosechaban trigo

•  agosto – septiembre cosechaban higos

•  octubre pistachos

•  noviembre higos y aceitunas

Las dos fiestas más importantes

•  la pascua, estaba ligada a la cosecha de cebada

•  la fiesta de Pentecostés, ligada a la cosecha de trigo

Quiere decir que Dios unió fiesta con cosecha, porque Dios quería que estuvieran atentos a su cosecha. El libro de Santiago dice: «el jornal que es fruto del trabajador y fue robado por los ricos ladrones, está clamando». La cosecha tiene voz y hay una cosecha que te está llamando:

•  hay dinero que te está llamando;

•  vas caminando y hay un coche que te va a gritar que te pertenece, que es tuyo, y que otro te lo tomo.

•  toda cosecha que te fue robada por el enemigo es una cosecha que te está hablando.

Tienes que enfocarte en la cosecha, debes poner tus ojos en una cosecha grande que hay para ti. Junto con el sueño, Dios va a darte un plan económico para que lo cumplas.

Cuando nació Moisés, Dios dijo que sería un libertador, pero antes alguien tenia que pagar eso y Faraón lo pagó. Dios levantó un plan económico a través de Faraón para que le pague el colegio, la universidad, los cuidados.

Cuando Dios le dio el sueño a José de ser el número dos en Egipto, levantó un plan económico, Faraón sostuvo económicamente la vida de José.

Cuando Jesús nació no fue pobre, Dios le dio un plan económico: vinieron los sabios -que no eran magos, ni Melchor, Gaspar y Baltasar, porque viajaban en gran caravana, en grupo- por la cantidad de finanzas que llevaban, y dice que llegó un grupo de sabios, abrieron sus tesoros y con esos tesoros Jesús mantuvo tres años y medio de ministerio; además de las mujeres ricas que Dios levantó para sostenerlo.

Con esto te quiero decir que cuando Dios te da un sueño, te dará un plan económico, para que sepas que tendrás una cosecha. Si tienes un sueño no lo vendas, porque hay un plan económico divino para que ese sueño se sostenga, cumpla y alcances las metas de tu corazón. No importa quién te lo pague, alguien lo va a hacer.

En una oportunidad Jesús le dijo a Pedro: «Ve saca un pez y sácale las monedas que tiene». Pedro toda la vida había pescado, pero pescaba para vender, nunca para sacar una moneda. Dios te va a mostrar cual es el pez que tiene la moneda que estás necesitando. Toda tu vida pescaste, pero Dios te va a dar sabiduría para ver dónde están los recursos para que pagues tu sueño. Si Dios te dio un sueño no pierdas de vista la gran cosecha que viene y el plan económico ya está establecido por Dios. La cosecha es distinta para cada personas. Hay gente que dice: «yo quiero mi casa y mi coche», ¡está bien! Hay gente que dice: «yo quiero mi casa», ¡está bien! Hay gente que dice: «yo quiero un coche para venir a la iglesia» y ¡está bien! Entonces no juzgues ni envidies los deseos de otro; porque Él mismo da todas las cosas, y Él da conforme a lo que tu decides. La cosecha que determines para tu vida, esa es la que vas a recibir. Respeta tu cosecha así como la cosecha del otro; tienes que establecerlo. Por ejemplo dices:

-Quiero que mi hijo se convierta; esa es tu cosecha.

-Y si dices quiero que se convierta, que te sirva, que sea un ministro, que dé honra a Dios, que gane muchas almas, esa será tu cosecha.

Tenemos el foco: nuestra cosecha es traer avivamiento, multitudes viniendo a Cristo. Cada uno establece su cosecha, no te sientas mal porque tu cosecha es lo que decidiste que iba a ser; pero si otro es bendecido y prosperado abundantemente, no te sientas mal, él no te robó nada, sencillamente estableció una cosecha más grande que la tuya. Vas a tener la mente y el corazón en la cosecha.

Job era una hombre próspero en todo sentido y había perdido todo. Inmediatamente vinieron sus amigos y empezaron a hablarle, a criticarle. Cuando tienes tu foco en la cosecha, siempre va a venir gente que va a tratar de meterte en el pensamiento de las masas. Elifaz, Zofar y Bildad, los amigos de Job (amigos como esos mejor perderlos), se acercaron a decirle: «sufres porque pecaste», «tus hijos se murieron por que Dios te castigó», empezaron a decir una sarta de estupideces, porque querían lograr que Job tuviera pensamiento de grupo, pensamiento de masas, para que Job saque su meta de la cosecha de Dios y la ponga en el pensamiento de las masas.

Hay gente que va al trabajo y dice: «todos se tiran una canita al aire»; y piensan: «este la engaña, este la engaña, el otro la engaña, y… bueno…, yo la voy a engañar. ¿cuál es el problema?» Hay gente que venía de iglesias donde todos robaban – hasta el pastor robaba – entonces piensan «yo también voy a robar». Nunca tienes que poner tu corazón en el pensamiento de la masa, no importa lo que la gente diga: «todos se acuestan», «todos tienen sexo ilícito», «todos roban» ¡ A ti no te importa! , tienes que mantenerte fiel al Señor, porque si eres fiel, Dios va a mirar la fidelidad.

No te debe importar si todos roban, si nadie diezma, si tu familia no se congrega, no voy a pensar como piensa la mayoría, voy a pensar con la mente de Cristo, voy a serle fiel a Dios, porque soy socio de Dios y voy a cumplir su propósito, los demás que hagan lo que quieran, yo y mi casa serviremos al Señor.


Tienes que superar la baja autoestima. Nunca digas no voy a poder lograr mi cosecha. Cuando te subestimas, estas subestimando a Dios, porque fuiste creado a imagen y semejanza de Dios. Nunca digas no puedo, porque estas diciendo que Dios no va a poder; porque Dios está en tu corazón. Di: “Todo lo puedo en Cristo. Si Dios me dio este sueño, Él en mí es esperanza de gloria; todo lo que haga me saldrá bien, porque Él está conmigo y nada me separa de su amor.

Deja de mirarte en el espejo del mundo que dice: «si eres guapo vales»; «si tienes dinero vales»; pero el espejo de Dios dice: «Diga el débil, fuerte soy»; «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». ¿Qué es lo que cambió en tu vida? Dejaste de mirarte en el espejo del mundo para mirarte en el espejo de Dios, porque el espejo de Dios es el que dice la verdad de tu vida. Cuando te ves en el espejo de Dios, te ubicas en la cosecha, porque la cosecha es tu herencia.

De los únicos que tienes que cuidarte, es de los cristianos, no del diablo. Si cosecha o prosperidad fuese mala, el diablo te hubiese hecho prosperar; si el diablo dice: «la cosecha pervierte a los cristianos los prospero a todos». A la gente que no tiene a Cristo no le molesta que prosperes, al contrario, cuando vas a comer a un restaurante, no te preguntan ¿de que religión esí, si tienes dinero te sirven amablemente; y si no tienes dinero te echan. Cuando vas a arreglar tu coche, no te dicen si eres cristiano, averiguan si tienes dinero, entonces te lo arreglan. Los incrédulos no tienen problema que prosperes, los únicos que te pueden traer problemas son los cristianos; por eso tienes que cuidarte de los que te van a celar y envidiar.

Tenemos que romper el deseo de mantener, porque mantener es maldición. Quiebra el concepto de mantener pues es maldición para Dios. Nunca declares «Lo estoy manteniendo», porque Dios no te llamó a mantener, te llamó a aumentar.

Mateo 25 dice que un hombre le dio cinco talentos a uno, tres a otro y uno a otro. El de cinco aumento, el de tres aumento y el de uno lo mantuvo. Cuando vino el jefe se lo devolvió y éste le dijo «Yo te di para que lo multipliques», y perdió lo que mantuvo, pues le fue quitado y se lo dio al que produjo más. Dios va a suplir tu necesidad y va a bendecir tu aumento. Dios no bendice tu necesidad, la suple y tu aumento es bendecido. Debes que aumentar lo que tienes. No puedes decir: “tengo mi barca, la estoy manteniendo”. No, porque debes que tener mentalidad de aumento, que es lo único que Dios bendice. Tienes que estar enfocado en la cosecha, decir: «voy por más, quiero el doble, no quiero mantener lo que Dios me dio sino duplicarlo, triplicarlo y poner mis ojos en que hay una cosecha más grande de Dios para mi vida».

2. Tengo que estar enfocado en mi sueño


Para mantenerte enfocado en la cosecha, tienes que estar enfocado en el sueño, lo que Dios quiere que logres, porque si te desenfocas de tu sueño, de la meta importante, de las cosas grandes que Dios te prometió, te vas desenfocar de tu cosecha. Si no sabes cual es tu sueño, cómo vas a saber cual es tu cosecha. Si no sabes qué quieres lograr, cómo vas a saber cuando lo lograste. Debes tener en claro tu sueño. Nunca lo pierdas de vista. Tu sueño financiero, personal, tiene que estar enfocado. La gente va a tratar de distraerte, de ponerte ocho millones de estupideces, el diablo te mandará mil demonios, pero vas a estar enfocado en tu sueño.

A José lo tiraron al pozo, lo metieron en la cárcel, lo quisieron acosar sexualmente, pero José tenía solamente sus ojos puestos en que iba a ser el ministro de economía: «voy a ser grande» porque nunca perdió el foco de su sueño. Nunca te desvíes de sueño que Dios te ha dado.

Dios llama a Abraham, que era rico, tenía setenta y cinco años, o sea que no era para prosperarlo porque ya era próspero; vivía en Babilonia donde todo el sistema financiero actual ya había sido gestado y Abraham sabía de todo eso. Era un empresario de la época y Dios lo llamó, lo sacó de Babilonia y lo hizo caminar. Abraham se desenfocó, perdió el sueño de porqué Dios lo había llamado. ¿Saben qué hizo Diosí Génesis 13:3, dice: Lo volvió al lugar del principio, pero no al principio de donde lo sacó, al lugar donde por primera vez había levantado un altar a Dios, adoró y tuvo comunión con Él.

Cada vez que te desenfoques de tu sueño, tienes que volver al lugar del altar, al lugar de tu consagración, a encontrarte con Él, a unirte en el espíritu con Él y vas a recuperar el sueño que Dios te dio. Estabas desenfocado, pero llegaste a esta iglesia y aquí lo que hicimos fue tomarte de la mano y llevarte al lugar del altar; ahí te encontraste nuevamente con Dios y El volvió a activar los sueños en tu corazón. Viniste destruido, con la familia desecha, con drogas, pero lo único que hicimos fue llevarte al lugar del altar, te conectaste con Dios y Dios te volvió a enfocar y dijo «Hijito, hijita, tengo grandes planes para tu vida».

3. Tengo que estar enfocado en dar

Tu cosecha está escondida en una semilla. Dios no creó ocho mil árboles, El creó unos árboles y los árboles se multiplicaron. Dios no creó quinientos seres humanos, creó a Adán y a Eva y ellos se multiplicaron. Dios te ha dado semilla, si quieres cosechar tienes que sembrar. Nunca vas a cosechar si no estas enfocado en la siembra.

– «Pastor, nadie me quiere», empieza a sembrar amor. Lo que necesitas es sembrar. Si necesitas finanzas, siembra finanzas. Por ejemplo: si siembras un manzano, vas a cosechar un manzano. Por eso diezmo y ofrenda es el pacto de Dios para bendecirnos financieramente. ¿Cuántos necesitan ropa nueva? Siembra la que tienes en tu closet. Sácala, siémbrala, porque en esa semilla está escondida la prosperidad. Por eso el que pide prestado o el que roba, nunca prospera. No pidas prestado porque no vas a prosperar nunca. Algunos se ponen de novios para sacarle plata a la novia y después la dejan. «El deudor es esclavo del acreedor». Por tu bien , no pidas, porque sino vas a morir esclavo. Tienes que aprender a sembrar, a dar, no a pedir, porque en tu semilla está escondida la prosperidad.

– Si quieres que alguien te llame por teléfono, empieza a llamar tu, siembra eso.

– Necesitas que tu hijo te escuche, escúchalo tu primero.

– Quieres más revelación, es fácil: cuando Dios te da una palabra siémbrala en otro y Dios te dará más, porque en

la semilla está escondida mi cosecha. Cuanto más discípulo soy, mejor líder soy y más cosecho. Rompe con el espíritu de mezquindad, aprende a sembrar. Nunca siembres al que te viene a pedir; porque no es buena tierra. Génesis 1 leímos que en el tercer día Dios le habló a la tierra y le dijo: «produzcan tres tipos de semillas»:

HIERBA VERDE: que es la vida en su primera fase.

HIERBA: que representa salud, porque se usaban para curar.

FRUTO DE ARBOL: que representa prosperidad.

Es decir que la tierra fue creada con tres semillas: salud, vida y prosperidad. Cuando Dios nos creó, tomó polvo de la tierra y sopló. Como en la tierra ya estaban las tres semillas pasaron a estar en tu vida, por eso tienes ganas de vivir: si te ahorcan quieres respirar, por eso cuando nacimos respiramos porque tenemos una semilla de vida. Tenemos una semilla de salud: por eso cuando viene un virus, nuestro cuerpo se encarga de expulsarlo; cuando nos cortamos nuestro cuerpo trata de curarse, porque Dios puso semilla de salud. Tenemos semilla de abundancia: quieres prosperar, quieres avanzar, no quieres quedarte estancado: si ganas quinientos, quieres ganar setecientos, si ganas setecientos, quieres ganar mil; si ganas mil, quieres ganar cinco mil y eso no es malo, porque tienes una semilla de abundancia que Dios puso y te empuja para que avances y multipliques.

Tienes que sembrar. Tienes que dar. ¿Quieres que te escuchen? Escucha. ¿Quieres que te amen? Ama. ¿Quieres que te traten bien? Siembra eso. Si te maltratan es porque vos maltratas. Cuando aprendes a sembrar y estás enfocado en dar, discipular, evangelizar, siembras en Dios, porque eres una semilla, y hay semillas dentro tuyo. No esperes que te presten semillas, porque «Dios da pan al que come y semilla al que siembra»Tienes que ser un sembrador. Cuando estas enfocado en sembrar, surge:

-¿A quién puedo bendecir? -¿A quién le puedo dar un abrazo? -¿A quién puedo saludará -¿A quién puedo decirle que voy a orar por él en la semana? -¿A quién puedo compartirle la palabra cuando salga? -¿A qué hospital puedo ir a orar a un enfermo? Entonces te enfocas en dar, en dar, en dar, en dar y te aseguro que al que tiene se le dará, porque mejor es dar que recibir; porque al que da, se le dará abundantemente, porque lo semejante atrae a lo semejante. Nunca vas a entender el concepto de resurrección sino entiendes el concepto de semilla.

Jesús fue una semilla que murió y resucitó, que fue plantada en la cruz y se levantó y multitudes ha cosechado, y miles de millones en todo el mundo le aman; porque la semilla cae, se muere y vuelve a tener vida. No pierdas el enfoque en taradeces, enfócate en el dar, sé generoso, suelta el amor que tienes.

4. Tienes que estar enfocado en la inteligencia espiritual. Inteligencia espiritual para saber:

•  cómo sembrar,

•  cuándo sembrar,

•  dónde sembrar,

•  de qué manera sembrar,

•  cómo activar la cosecha,

•  cómo enfocarte en el sueño,

tienes que mantenerte en la Inteligencia Espiritual que tiene tres lelementos:

a. Conocimiento es la revelación de Dios para saber cuál es el problema. Hay matrimonios que discuten y no saben por qué; es como cuando el coche tiene un ruido y no sabes qué pasa, porque no tienes conocimiento. O cuando vas al médico porque te duele todo, entonces el médico trata de ver en lo natural, con conocimiento cual es tu problema, entonces te mandan montones de estudios hasta que te dicen «este es el problema» y ya sabes por qué son los dolores. Nunca podes resolver un problema si no sabes cual es. «Pastor estoy triste», ¿y por qué? «No sé». Te vamos a orar para que Dios te muestre por qué estas triste. Necesitas Conocimiento de cuál es el problema. Si te llevas mal en tu matrimonio, con tus hijos, pide conocimiento; y cuando tienes conocimiento, estas listo para pedir la segunda cosa que es :

b. Sabiduría: es una solución divina. Cuando tienes conocimiento, necesitas sabiduría para resolverlo. La Palabra dice que si uno necesita soluciones para resolver los problemas, pida Sabiduría. Es la llave de Dios para resolver los problemas.

Un día a Salomón le trajeron un bebé, y os mujeres se lo disputaban: las dos decían que era la madre. Salomón no sabía qué hacer, entonces pidió que le trajeran al bebé y una espada y lo iba a partir para darle mitad a cada una, entonces la verdadera madre dijo que se lo diera a la otra, que no lo matara. Y Salomón dijo: «esta es la madre porque prefería perderlo antes que lo maten». Enseñanza: La espada es la Palabra, cuando levantas la Palabra siempre te va a traer luz sobre los grandes problemas que no sabes resolver, la Palabra te va a dar sabiduría, tienes que llenarte de la Palabra, hablar la Palabra, congregarte; no puees venir solo una vez por año, porque es domingo de resurrección. Necesitas sabiduría para resolver todas tus dificultades.

3. Entendimiento: Es saber usar lo que aprendiste en el pasado. Por ejemplo tuviste un problema, lo resolviste; pasaron tres años y te vino el mismo problema, ya no tienes que pedir oración, necesitas entendimiento, que es usar lo que usaste lo que antes te sirvió. Tienes que aprender de lo que te pasó antes . No puedes volver a cometer los mismos errores: por ejemplo saliste con un tipo incrédulo, te engañó, te estafó y ahora se te apareció alguien igual y en lugar de pedir oración para ver si se convierte, tienes que usar lo que usaste antes, darle una patada.

Cuando David enfrentó a Goliat, tuvo entendimiento porque dijo: «como vencí al oso, lo voy a vencer a este desgraciado». Tengo que estar enfocado en la cosecha. Específico: con número, cuánto dinero, qué coche con nombre y año.

Tengo que estar enfocado en el sueño, no desviarme del sueño. No vienes a este lugar porque predicamos bien o porque la adoración es linda, vienes acá porque estamos enfocados en el sueño de Dios: traer multitudes a Cristo. Ese avivamiento comienza cuidando al que Dios te dio, al que tienes al lado, no nos podemos maltratar. Tengo que estar enfocado en da, ser generoso, compartir una palabra, casettes, sembrarlos, esperando cosechar algo no de la persona sino de Dios.

Puede contar cuántas semillas hay en una manzana, pero sólo Dios sabe cuantas manzanas hay en cada semillas. Cuántas semillas tienes, sólo Dios sabe cuánto vas a cosechar con esa semillas. Cuando Dios llamó a Abraham para qué lo hizo si ya estaba próspero, pero no tenía hijos. Siempre nos falta algo y en general lo que nos falta es lo que más amamos y Dios lo llamó y le dijo: «Te haré padre de multitudes, el padre de la fe». Abraham fue el primero en su generación de los hombres de fe. Tu cosecha es para que seas el primero de tu generación de algo que Dios te da, tienes que ser el primero. “Pastor, mis papás se divorciaron, pero yo voy a ser el primero de mi generación que no se va a separar”. “Mi mamá fue violada, pero voy a ser el primero de mi generación que eso no va a suceder”. “Mis papás, mis abuelos fueron pobres, pero yo voy a ser el primero en mi generación en no ser pobre”. Tienes que estar determinado de ser el primero en algo. Mi familia no conoce a Cristo, pero estoy determinado a ser el primero de ser lleno del Espíritu Santo, y mis hijos serán los primeros en mi familia en no separarse de Dios. Cuando Elías estaba deprimido y se metió en la cueva dijo algo: «yo no soy mejor que mis padres». Se maldijo dijo que moriría como sus padres. Dios quiere que superes a tus padres.

José fue un día al padre y le dijo que había tenido un sueño, que vio como once espigas que se inclinaban a él, entonces el padre interpretó que eran los hermanos. Pero también vi la luna y el sol inclinarse, a Jacob no le gustó y dijo ¿cómo tu madre y yo nos vamos a inclinar? Si, porque Dios va a hacer que superes a tus padres, y que tus hijos te superen a ti. ¿O no te gustaría que tus hijos sean más prósperos que tú, más bendecidos que tú? Jacob se enojó. Y un día debió inclinarse a José.

Dios te va a hacer el primero de tu generación. Tus hijos van a superarte, tus nietos serán mejores.

-Tu familia se suicidó, pero vos vas a ser el primero en trasmitir vida.

-Tu mamá, tu papá te abandonó, pero vas a ser el primero en ser una mamá llena del Espíritu Santo, un papá lleno de Dios.

Vas a ser el primero en establecer el reino de Dios.

13 COMENTARIOS

  1. hermanos buenos dias, dios les bendiga y les de mas revelecion de sus palabras para que su ayuda espiritual venga a travez de sus escritos.
    e leido este escrito que a despertado mi espiritu, excelente trabajo. si lo pueden enviar a mi correo magnifico para hacerlo llegar a mis hermanos.
    dios les bendice.
    pedro ruiz

  2. Hola!!Lei todo el estudio y me gusto mucho… muchas gracias!!, pero tengo una duda en la parte de que debemos cuidarnos de los cristianos y no del mundo, no es claro para mi…pueden por favor aclararme.Mil gracias y El Senor continue bendiciendo grandemente este ministerio!!!!

  3. Al autor de este estudio bíblico, favor de envíarme su email para preguntarle algo.

    Muchas gracias.

  4. Excelente estudio! Creo que muchas veces no luchamos por lo que queremos por que creemos no merecerlo o por que la gente nos enseña el lenguaje de las masas de «Todo eso que piensas es imposible». Gracias a Dios se que todo lo que es imposible para el hombre es posible para Dios!

  5. WWWWUUA, SI , QUE LO NECESITABA , EXCELENTE ES PRIMERA VEZ QUE REVISO LOS ESTUDIOS BIBLICOS , ESTOY EMOCIONADA, BUENISIMOS…..DIOS LES BENDIGA.AMEN

  6. Buenisimo, buenisimo, buenisimo mil bendicines y muchas gracias por compartir lo que DIOS les ha dado.,

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