DEVOCIONAL – COHERENCIA ENTRE EL PENSAMIENTO Y CONDUCTA

DEVOCIONALES CRISTIANOS – COHERENCIA ENTRE EL PENSAMIENTO Y CONDUCTA

Jeremías 32:38-40 NVI «Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. Haré con ellos un pacto eterno: Nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, y así no se apartarán de mí.

«Y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.» Jeremías 32:38-40 R.V.1960

He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí? Jer. 32:27 Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? NVI

Coherencia: conexión, relación, enlace, vínculo, unión, encadenamiento, relación. Todo lo que Dios hace por nosotros, lo hace por nuestro bien. Cuando algo malo sucede en mi diario vivir, tengo que preguntarme, ¿qué he estado haciendo para que me suceda esto? ¿En qué me he equivocado Señor, por qué permites este mal? Antes de pensar en los miles de enemigos espirituales que quieren mi mal, antes de ver las huestes de maldad que me rodean y quieren devorarme, tengo que ver mi propio camino, tengo que escudriñar mis pensamientos y analizar mis pasos ¿Ha habido coherencia entre mi fe y mi conducta? Primeramente, ¿He pensado antes de actuar? ¿Hay una conexión entre mi confianza en Dios y cómo ejercito mi fe? ¿En qué momento rompí la cadena que me conectaba a la voluntad perfecta de mi Señor? Todo lo malo sucede cuando no hay coherencia entre pensamiento y conducta, cuando hay una intención pero demasiados caminos.

Todo lo que Dios hace lo hace por nuestro bien. El nos ha dado un corazón para amarle totalmente, nos ha dado una voluntad, para que estemos sujetos a él en obediencia y completa sumisión y nos ha dado un espíritu para que esté consagrado, sujeto a Su Espíritu, un espíritu que le tema y adore en todo momento.

Si algo no anda bien en tu horizonte, puede ser que no haya coherencia entre tu fe y tu conducta, no te engañes, las apariencias siempre son engañosas, por eso solo fingen ser buenas, son simples apariencias. Crees que todo está bien y de pronto algo sucede que roba tu tranquilidad, «pero si todo estaba caminando bien, ¿qué pasó?

Jeremías 32: 18-19,33 ¡Oh Dios grande y fuerte, tu nombre es el Señor Todopoderoso! Tus proyectos son grandiosos, y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad, para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones. Ellos no me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptaban corrección.

Para que haya coherencia entre pensamiento y conducta, debes tener un corazón, y un camino, un corazón que tiene temor a Dios tendrá conexión con una conducta íntegra y una vida de bendición «para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.»

Jeremías 32: 38- 42, 44 b «Voy a reunirlos de todos los países adonde en mi ira, furor y terrible enojo los dispersé, y los haré volver a este lugar para que vivan seguros. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. Haré con ellos un pacto eterno: Nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, y así no se apartarán de mí. Me regocijaré en favorecerlos, y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra. Así dice el Señor: Tal como traje esta gran calamidad sobre este pueblo, yo mismo voy a traer sobre ellos todo el bien que les he prometido. —Afirma el Señor—, porque yo cambiaré su suerte.»

Nadie quiere calamidades, huimos de los problemas, pero si hay baches en tu camino, tu suerte puede cambiar, solo teme a Dios, busca la conexión perfecta: coherencia entre un corazón que ama y teme a Dios y una conducta que trae bendición a los demás. Si así haces, Dios no se apartará de ti. Antes que castigarte, Dios mil veces prefiere bendecirte.

Que la Presencia de Dios ilumine tu sendero

Martha Vílchez de Bardales

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