Reflexiones – La Llave Destructora

REFLEXIONES CRISTIANAS – LA LLAVE DESTRUCTORA

por el Hermano Pablo

Era el año 1944, y la Segunda Guerra Mundial hervía en su última etapa. Estaba por comenzar la batalla final, la de Berlín, Alemania.

Fue entonces que la fábrica Mercedes Benz recibió un pedido oficial. Tenía que fabricar un automóvil completamente a prueba de balas. Esto incluía puertas blindadas, cristales irrompibles y un motor de 400 caballos de fuerza, capaz de hacer correr el vehículo a más de 200 kilómetros por hora. Debía estar tapizado con el más fino cuero, contar con teléfono, radio y aire acondicionado, y ser completamente automático. Estaba destinado al Mariscal Goering. Como último detalle, debía proveérsele de un mecanismo especial, en que con sólo al mover una llave, esa joya mecánica pudiera desintegrarse instantáneamente.

El Mariscal Goering lo usó muy poco tiempo. Poco después Berlín cayó. A todos los jefes alemanes los arrestaron. Hitler se suicidó, y Goering mismo, ingiriendo una pastilla de veneno, también se quitó la vida.

El famoso Mercedes Benz fue confiscado por las tropas invasoras y posteriormente vendido a un coleccionista por 165.000 dólares. El nuevo dueño, que compró el auto para exhibirlo, poseía ahora no sólo una joya mecánica sino también una reliquia histórica. Pero era así mismo dueño de una bomba, pues con el más pequeño descuido el mal uso de esa llavecita haría desintegrar por completo ese tesoro.

El ser humano, como aquel Mercedes Benz, es un tesoro de incalculable valor. Y tiene también una llavecita que controla su vida. Esa llave es su voluntad, que es el elemento dentro de él que lo distingue de la bestia. La voluntad es esa parte muy especial del ser humano que le da la capacidad de imaginar, de creer, de soñar, de amar. Es la parte que le permite tener fe, experimentar esperanza, creer en sí mismo y conocer a Dios. Pero esa misma voluntad lleva en sí, también, la capacidad de destruir, porque usada para engañar, para deshonrar, para odiar y para matar, se convierte en la llave que puede desintegrar totalmente el tesoro que es él mismo.

Nuestra voluntad nos destruirá si no está sometida a la voluntad de Dios. No podemos, sin Dios, regir nuestra vida sin destruirnos a nosotros mismos. Entreguémosle nuestra vida al Señor Jesucristo. Sólo así podremos ser el tesoro que Dios quiso que fuéramos.

3 COMENTARIOS

  1. Dios nos ama, nos ama mucho, nos ama como nadie en este mundo lo ha hecho y ni la hará! El seguir su voluntad nos lleva a una vida plena, llena de gozo, salvación y vida eterna. Pero, Él no quiere que esa búsqueda departe de nosotros hacia Él sea de forma forzosa sino de manera voluntaria.
    Cuando queremos seguir nuestra propia voluntad lo que logramos es tropiezos y dificultades en nuestras vidas. Es que Dios nos conoce mejor que nadie, Él ve más allá las cosas que podrían perjudicarnos y sólo lo que desea es que contemos con Él para guiarnos por el camino del bien.
    Mientras el ser humano viva como si Dios no existiera, su vida estará amenzada de ser destruida por él mismo ser humano.
    GRACIAS CALITHOS POR COMPARTIR ESTA REFLEXIÓN! DIOS TE BENDIGA MUCHO 🙂

  2. AMEN SIN DIOS NADA SOMOS Y NADA PODEMOS HACER POR ESO TENEMOS QUE PEDIRLE CADA DIA QUE SE HAGA SU VOLUNTAD EN NUESTRA VIDA . Mil gracias por estos mensajes tan hermosos que son un refrigerio para el alma

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