Devocional – La Duda

Devocionales – La Duda

«Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban.» Mateo 28:16-17

Eran once hombres que habían compartido con Dios mismo 3 años de sus vidas. Desde los tiempos de Adán, ningún hombre había pasado en persona tanto tiempo con Dios. Después el pecado, Dios se hizo invisible al ser humano. Pero Jesucristo cambió esta realidad. Si bien era completamente hombre, también era completamente Dios. Por lo cual, los once habían podido ver en vivo y en directo, como pensaba, se movía, actuaba y dormía Dios.

Les había avisado que iba a resucitar. Ellos habían visto cientos de milagros increíbles que no generaban dudas. El leproso sanado, el cojo que caminaba, el muerto resucitado eran evidencias del poder de Dios. Sin embargo, después de la cruz, fueron convocados por Jesucristo para encontrase en un monte. Y cuando llegaron vieron a Jesucristo resucitado. No había lugar a error, era Cristo, pero algunos dudaban. Todos lo adoraron pero algunos fluctuaban. No estaban tan convencidos.

Pasaron dos mil años, y seguimos padeciendo el mismo mal. Dudamos de Dios. Nuestra vida es una continua fluctuación entre tratar de confiar en su poder y dudar porque las circunstancias no nos acompañan. Si para los discípulos que era más fácil porque lo estaban viendo, fue tan complicado confiar; ¡Cuánto más para nosotros que estamos tan lejos de aquellos días!

La duda es la respuesta lógica de la desconfianza. Y es el mejor argumento que el diablo tiene para enfriar nuestra fe. Siempre los argumentos parecen sólidos. La falta de respuesta (como nosotros esperamos), las dificultades que no se resuelven, los conflictos que se acumulan, los temores que crecen, la soledad que apremian, la tristeza que avanza amenazan constantemente nuestra confianza, y generan más duda.

Jesucristo sabía esto, por eso nos recuerda la frase que le dijo a Tomás, «bienaventurados lo que no vieron y creyeron», felices aquellos que cuando aparentemente no tienen razones, evitan la duda y siguen confiando en el poder de Dios. ¿Son acaso tontos que no se dan cuenta de la realidad que les toca vivir? ¿Son negligentes que niegan los problemas y se niegan a verlosí Definitivamente no.

Son simplemente cristianos que decidieron confiar en el poder de Dios a pesar de todo. ¿En qué grupo estás vos hoy?

REFLEXIÓN — Matá la duda, confía en Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

3 COMENTARIOS

  1. Glorificado sea el nombre de Jehova, matemos las dudas, aunque talvez algunas situaciones en nuestras vidas no parecen tener sentido, no es razon para no confiar en el REY TODO PODEROSO, podemos estar confiados en que el Señor nos ayudara sea cual sea el problema, Dios es mucho mas grande!!!
    bendiciones.

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