REFLEXIONES – EL TRUENO DE DIOS

Reflexiones Cristianas – El trueno de Dios

«He aquí estas cosas son solo los bordes de sus caminos; y cuan leve es el susurro que hemos oído de el, pero el trueno de su poder, ¿quien lo puede comprender? » (Job 26:14)

Con el paso del tiempo, cada uno de nosotros tiene muchas cosas y costumbres de las cuales damos por sentado, que nos pertenecen, que nunca cambiaran.

Nos llegamos a sentir tan cómodos, como la comodidad que ofrecen las zapatatillas viejas, que aunque estén llenas de huecos, no las tiramos, por eso, porque son super cómodas para nuestros cuerpos.

Conocemos los caminos de memoria,cada piedra, cada sendero polvoso, cada árbol con frutas o cada árbol seco.

Cada uno se cree un rey, en su propio territorio, queremos la comida a la hora, la ropa limpia y planchada, y hasta al perro le exigimos lealtad.

Todo esto, muchas veces, nos lleva a oír de Dios como en un «susurro», casi lo metemos a el también, a nuestro estilo, a nuestra forma y a nuestras manías.

Pero eso no durara mucho tiempo. Llegara el momento cuando, lleguen las tormentas de la vida, esos momentos que llegan como tempestades, con relámpagos y con truenos, que calientan el aire a 30,000 grados celsus. Eso sintió job, cuando dijo: «pero el trueno de su poder….¿quien lo puede comprender? » y es en ese momento, cuando ni el viejo camino, ni las cómodas sandalias de nuestros comportamientos indiferentes, tendrán la importancia que antes les dábamos. Es allí, donde haremos las mas comprometedoras promesas, surgiran las vigilias en las iglesias, y grupos de siervos en ayuno. Los cánticos nos harán llorar con el corazón, cuando la angustia de las tempestades caen con todo su poder. Pero de la misma forma, que Dios hace caer el trueno tormentoso, también hace caer el trueno final, el que anuncia que la tormenta se va, y así, seremos testigos tanto: » del leve susurro» Y «del trueno de su poder»

Oración:

Amado padre santo, en este dia vengo ante tu presencia santa, pasando primero por el lavacro, para pedir perdon, y luego llegar al altar de bronce, a presentar la ofrenda de mi corazon quebrantado por la tempestad, reconociendo mi debilidad y mi comodidad indiferente hacia ti.

Me arrepiento de mi comportamiento y dame la oportunidad de ser mejor, para ti.
Haz que nuevamente salga el sol, llename de vida, aviva a mi familia, porque ahora se, que tu reino me llama a la accion, al trabajo vehemente, y a la adoracion integral.

En el nombre mas bello, mas maravilloso, mas poderoso y mas amoroso, tu sabes, es tu hijo, jesucristo, en su nombre, te pido todo esto.

Amen y amen.

Escrito por José Luis Gonzalez

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