Devocional Diario – Pero

Devocional Diario – Pero

«Pero los de la tribu de Manasés no pudieron expulsar a los de Betseán y de Tanac con sus respectivas aldeas, ni tampoco a los habitantes de Dor, Ibleam y Meguido con sus respectivas aldeas, porque los cananeos estaban decididos a permanecer en esa tierra.» Jueces 1:27

Cierra Josué su libro en el pináculo del éxito. Luego de largos años de lucha, Israel había conquistado la mayor parte del territorio que Dios les había prometido. Solo faltaban pequeños reductos para cumplir el sueño. En el relato que comienza el libro de Jueces, el autor relata tribu por tribu como continuaron el proceso de la conquista.

Y este es el primero de los peros que aparece en este libro plagado de derrotas. Una antítesis muy triste de las consecutivas victorias que con Josué habían logrado. La orden de Dios había sido bien clara. Israel debe eliminar a todos los pobladores del territorio. O los extermina o los exilia. Pero no estaba permitida la convivencia.

Cumplieron a la perfección la orden bajo el mando de Josué, pero cuando el poder quedó dividido en cada tribu, comenzaron los desvíos. Primero fue Manasés y luego todos los demás. Comenzaron a dejar algunos antiguos pobladores en su territorio. Era más redituable hacerlos tributarios que exterminarlos. Y tal vez, era demasiado dura la orden de Dios, y era necesario contemporizarla para tener una existencia más pacífica y benéfica.

En lugar de obedecer, comenzaron a ponerle peros a la orden de Dios. Y pensaron que podían actuar y decidir en forma diferente sin consecuencias. Se creyeron más inteligentes que Dios al cambiar sus mandatos y hacer al cananeo un tributario. Pero sentenciaron su futuro al fracaso y al sufrimiento. El libro de Jueces relata los fracasos que se sucedieron en este pueblo y las consecuencias lamentables de sus malas decisiones.

Todo comenzó con un simple pero, creyeron que podían desobedecer a Dios sin consecuencias y se encontraron sufriendo sin poder escapar a sus problemas.

Hoy los seres humanos cometemos el mismo error. Pensamos que podemos romper las reglas de Dios y ponerle peros a sus mandamientos, creemos que somos más inteligentes que Dios y que nuestras razones son mejores que las divinas. Que podemos tomar atajos a los designios de Dios y seguir nuestro camino desviando su Sendero. No seas tonto. No cometas el mismo error que los israelitas.

REFLEXIÓN — No le pongas un pero a la orden de Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

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