Los Cristianos y nuestra Elección

Los Cristianos y nuestra Elección

«No seáis como el caballo o como el mulo, sin entendimiento». Salmo 32:9

Tengo un amigo que me confesó parte de su vida, con la amargura, dolor y desilusión por no haber tomado decisiones correctas a tiempo. Su vocación principal en su vida era ser médico. Que empezó a estudiar Medicina a los 18 años mientras trabajaba como Técnico de Laboratorio en un laboratorio de investigación dependiente del CONICET al lado de tres médicos que lo alentaban y lo apoyaban en su deseo de recibirse de médico.

Teniendo 18 años, estudió durante casi un año y abandonó la carrera. Dijo estas palabras: «la carrera», porque así se acostumbra a decir, pero «la carrera» es, en este caso, «el estudio». El estudio es como una carrera. Uno se prepara para llegar a la meta y ganar. Prestá atención, me dijo: «Se prepara».

Dejó la carrera porque se dedicó a cantar folklore y a andar de peña en peña cantando. Cambió su futuro por el placer de la inmediatez. Su amargura se notaba en su rostro por las arrugas que tenía. Luego me contó que, pasados unos años, se casó. Tuvo tres hijos, y la hija mayor nació discapacitada, y luego de tener el tercer hijo se decidió a recomenzar la carrera de Medicina.

Para mantener a su familia, ya numerosa y con ese problema, debía trabajar y su sueldo no le alcanzaba para mantenerla y mucho menos, al mismo tiempo, estudiar. Conclusión, en la mitad del segundo año de la carrera tuvo que abandonarla para encontrar otro trabajo, que luego sí, le permitió mantener a su familia. Pero perdió otra vez «la carrera» de Medicina.

Y me decía: «Cada día debés elegir entre el dolor de la disciplina o padecer luego la angustia del remordimiento». Él eligió no vivir el dolor de la disciplina. La disciplina es dura, es algo que podemos evitar si queremos, pero tanto en los deportes como en la vida, el dolor o el sacrificio a corto plazo, suelen ser el único camino para, a la larga, ganar.

Es tarde para prepararse cuando uno está en medio de la batalla. ¿Te imaginás un soldado en medio de una batalla queriendo practicar tiro con su escopeta para defenderse de su enemigo? Es ridículo ¿no? ¿Te estás preparando con anticipación?

Tanto en lo espiritual como en lo natural, debemos prepararnos. Dios te puede usar de distintas maneras, pero quiere prepararte. Que nuestras decisiones de hoy no produzcan remordimientos, sino que sean sabias y honren a Dios.

REFLEXIÓN – Las decisiones del presente, determinan las recompensas del futuro.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

3 COMENTARIOS

  1. interesante reflexion estoy muy agradecido por este tema que es de mucha ayuda para mi por favor sigannos escribiendo y que su vida sea bendecida siempre por el señor

  2. Dios te bendiga gracias por escribir estas reflexiones que alegran mi corazon y me fortalecen en momentos dificiles Dios te usa grandemente y siempre guie tus pasos y te cuide gunto a tu familia

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