Los Cristianos y la Aceptación – (La Genealogía de Jesús)

Jesus GenealogiaLa Genealogía de Jesús y las tres mujeres que son parte de ella

«Judá engendró de Tamar a Fares. Booz engendró de Ruth a Obed. El rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.» Mateo 1:3, 5 y 6 (RVR)

Las historias familiares pueden ser divertidas, agradables o avergonzantes. Cada uno tiene la suya, donde aparecen esos parientes que uno preferiría no tener, pero que no puede evitar. Siempre intentamos mencionar al tío rico de la familia porque nos da prestigio, pero tratamos de esconder a aquellos familiares que nos avergüenzan.

Jesucristo no tenía genealogía porque nunca tuvo padres. Como es Dios, estuvo siempre presente. Pero al momento de decidir encarnarse, buscó con detenimiento una familia donde nacer. De las muchas que había eligió hacerlo en el vientre de María. Para el judío su historia familiar era muy importante y cuantos mejores antepasados se tenían, mayor estatus se lograba. En aquella época, la mujer no tenía valor, por lo que en las genealogías solo aparecían los hombres.

Llama la atención que Mateo, un judío de pura cepa haya puesto en la genealogía del Señor Jesús a tres mujeres, que lejos de ser ejemplares, dejaban mucho que desear:

Tamar fue la nuera de Judá (el hijo de Jacob). Su esposo murió y su cuñado también. Poor la ley de Moisés con el fin de mantener el nombre del esposo muerto, alguien de la familia debía darle un hijo que mantendría ese nombre. Judá no quiso y le negó ese derecho. Tamar molesta, se disfrazó de prostituta y tuvo sexo con su suegro. Quedó embarazada de Fares.

Ruth era una mujer moabita. Dios había prohibido tomar mujeres de los pueblos vecinos. Y el pueblo de Israel debía desterrar a estos pueblos de su tierra. El objetivo era no contaminarse con sus hábitos o conductas. Pero la abuela de David, era extranjera.

Finalmente la mamá de Salomón, no se menciona como esposa de David sino como la mujer de Urías. Recordando que el rey había adulterado y asesinado para tener por mujer a la que sería la madre del futuro rey.

¿Te avergonzarías de tener a alguien así en tu familia? Uno naturalmente intentaría esconderlos. Sin embargo Jesucristo se esmeró en mostrarlos en su genealogía. ¿Te preguntaste alguna vez por qué? Simplemente para mostrar que Dios no se avergüenza de vos. No importa cuál sea tu historial ni tu prontuario. No importa cuánto te discriminen los demás seres humanos, Dios no te discrimina. Porque te ama, te acepta como sos. Y porque te ama, quiere mejorarte.

REFLEXIÓN – Jesucristo te acepta en su familia sin condiciones.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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