Cristianos, que de nuestros deseos y anhelos ?

Deseos Anhelos SueñosLos Cristianos, sus deseos y anhelos

«Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos.» Salmos 38:9 (NVI)

Se acabó el 2011 y ya todos tiraron el almanaque viejo. Hubo fuegos artificiales, estruendos, comida, festejos, abrazos y buenos deseos. La frase más repetida en los últimos días en todo el mundo fue ¡feliz año nuevo! Los mails se cerraban de esa manera, también los mensajitos, los saludos personales. Todos desean tener felicidad en el año que viene. Y está muy bien.

¿Cuáles fueron los anhelos de tu corazón que quedaron pendientes en este 2011? ¿Qué cosas deseabas y no recibiste o no pudiste obtener? Seguramente tendrás algunos temas pendientes, y en cada saludo de fin de año, tu mente regresaría a ese asunto que todavía está inconcluso.

Tal vez, cuando se apagaron las cañitas voladoras y se silenciaron los ruidos de los estuendos, al momento de acostarte en tu cama, esos deseos pendientes volvieron a hacerse presente, y tal vez empañaron los festejos vividos. El salmista tal vez no festejaba la llegada del año nuevo como nosotros, pero seguramente también tenía deseos profundos. Por eso escribió esta preciosa verdad eterna.

Nuestro amante Padre celestial sabe lo que necesitamos y deseamos. Y seguramente tus pedidos han llegado insistentemente al Trono de su Gracia. Pero a pesar del amor del Padre y de tu constancia en pedir, la respuesta sigue pendiente. Mañana comienza un nuevo año y muchos esperan mejoras, pero la realidad es que volveremos al trabajo, a la rutina cotidiana, a las mismas actividades que dejamos la semana pasada y nada habrá cambiado.

Por eso David vuelve a recordarte que Dios sigue teniendo el control, y que está al tanto de tus deseos más íntimos. Su silencio no es maldad ni capricho. Su no respuesta no es falta de amor. Ante Él están todos tus anhelosy su deseo más profundo es tu bienestar. Por eso en este año 2012 que empieza mañana, Dios quiere que tengas una vida abundante y victoriosa.

Y si no llegaras a recibir eso que estabas esperando, Dios te dará la fuerza y la paz para poder afrontar un nuevo día de espera. No es un consuelo para fracasados, es la promesa divina. Podés terminar este año confiando en la generosidad y el amor de Dios, para poder tener realmente un ¡feliz año 2012!

REFLEXIÓN – Que tengas un feliz año.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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