DEVOCIONAL CRISTIANO – EL PACTO DE DAVID

David Y GoliatDEVOCIONALES CRISTIANOS – EL PACTO DE DAVID

«Tú escudriñas mi corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme, pues, a prueba, que no hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios palabras como las de otra gente, pues yo cumplo con tu palabra!» Salmo 17:3 (NVI)

¿Te someterías al detector de mentirasí Es un aparato que mide tus pulsaciones cardíacas al momento de ser interrogado. Es un mecanismo que se utiliza para saber si un presunto culpable de un delito miente al se consultado por la policía. Y por lo que dicen es bastante certero. Las personas naturalmente tendemos a ponernos nerviosos al momento de mentir y aunque intentamos disimular, nuestro corazón sabe que mentimos y lo manifiesta.

No nos gusta quedar expuestos con nuestros errores y deficiencias e intentamos disimularlas al máximo. Es posible lograrlo con cierto éxito pero tenemos un límite. Podemos engañar a nuestros pares, a nuestros jefes o a la gente de la iglesia; pero no podemos engañar a Dios. Él todo lo sabe, incluso lo que le ocultamos a nuestra esposa, padres, amigos o pastores. Dios ve hasta la intención del corazón, y conoce los pensamientos ocultos y tenebrosos de nuestra mente. Sabe hasta aquello que deseamos olvidar y no podemos, y que nos avergüenza y duele.

Dios es 100% eficiente en la detección de mentiras. Al contrario del detector que utiliza la policía que puede fallar, Dios jamás falla, ni se le escapa nada. ¿Podrías como el salmista pedirle a Dios que te escudriñe el corazón, y que examine tus pensamientos de la noche? ¿Podrías ponerte a prueba frente a su mirada inquisidora y justa que todo lo ve?

David quería ponerse a prueba, porque él estaba tranquilo. David había hecho un pacto con su boca para no hablar de más ni incorrectamente. Y al igual que Job había hecho un pacto con sus ojos para no mirar con deseo a una chica, David había hecho un pacto con su boca para hablar solamente lo que era justo delante de Dios.

Y la única manera de tener un hablar santo, es manteniendo una mente santa. Hablamos lo que pensamos y decimos lo que tenemos en el corazón. Por eso David estaba tranquilo y pensaba que podía pasar la prueba de Dios: Porque hizo un pacto con su boca y cada día se esforzaba por cumplirlo. ¿Qué dice tu boca? Es lo que tenes en tu mente.

REFLEXIÓN – Hacé hoy un pacto con tu boca. Hablá y pensá santo.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí