Devocional Cristiano – El Círculo Virtuoso

La Perfeccion de DiosDevocional Diario – Círculo

¿Creen ustedes que Dios no defenderá a las personas que él eligió, y que día y noche le piden ayuda? ¿Creen que tardará él en responderlesí ¡Claro que no, sino que les responderá de inmediato! Pero cuando yo, el Hijo del hombre, regrese a este mundo, ¿acaso encontraré gente que confíe en Diosí» Lucas 18:7-8 (BLA)

Jesucristo estaba enseñando sobre la necesidad de persistir en la oración con una parábola que hablaba de una viuda y un juez injusto quien para no ser molestado con los reclamos de la mujer, decide hacerle justicia. La moraleja que deja la parábola es que si este juez malo y corrupto hizo justicia a una viuda porque era insistente ¡Cuánto más Dios nos dará lo que le pidamos si le pedimos!

Es una preciosa promesa que se repite en toda la Biblia, Dios da al que permanece en Él y que le ruega. No siempre con la velocidad o intensidad que uno desea, pero Dios siempre responde. Lo notable es el texto con el que cierra Cristo esta enseñanza. Afirma que Dios responde y que lo hace sin tardanza, pero pregunta retóricamente: cuando regrese ¿voy a hallar fe en la tierra?

En estos tiempos modernos ya no encontramos con tanta asiduidad cristianos de oración. Vemos más cristianos de acción, de duda, de eventos, de compromisos, de charlas, de encuentros, de programas, pero no encontramos cristianos de oración.

En estos tiempos donde todo es instantáneo quisimos acomodar el evangelio a los hábitos del siglo XXI. Pero nos equivocamos. Dios no es de acción instantánea. Y el crecimiento y la maduración que Él propone tampoco. Por eso es que cuesta tanto encontrar hoy un cristiano devoto de oración. No queremos perder tiempo de rodillas, pensando que el activismo y los compromisos generarán mejores resultados.

Y volvemos a equivocarnos. Porque la falta de oración genera menos conocimiento de Dios. Y al conocerlo menos, cuando no responde, en lugar de entender que seguramente tendrá una razón para ello, nos enojamos, nos deprimimos y nos alejamos de Él. Y nuestra fe decrece.

Este proceso se hizo un círculo vicioso que hoy podemos romper. Volvé a orar con fe, volvé a confiar en Dios. Y recomponé tu círculo virtuoso de la seguridad en la Persona de Dios. Comenzá hoy a ser un cristiano de oración.

REFLEXIÓN – ¡Que cuando Él vuelva, te encuentre con fe!

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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