El cambio de sacerdocio y la ley

Sacerdocio Levitico SacerdoteEl cambio de sacerdocio y la ley

«Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley.» Hebreos 7:12 (RVR)

 

Los inicios de la iglesia, fueron complicados para los judíos. Ellos se habían acostumbrado a vivir bajo la normativa de la Ley de Moisés, y durante años habían repetido esa costumbre. Suponer que una regla de Dios podía ser derogada y cambiada por otra era un concepto difícil de aceptar. Por eso hubo tanta resistencia al ingreso de gentiles en la Iglesia. Si ellos no eran buen recibidos en el judaísmo, excepto que modifiquen sus conductas y hábitos, sería lógico pensar que tampoco podrían ser bien recibidos en la Iglesia, si trajeran semejantes costumbre.

Por eso el autor de la carta es tan pragmático. Dios cambió al sacerdote humano que debía sacrificar holocaustos por sus pecados antes que ofrecer por el pueblo, por un Sacerdote perfecto que se sacrificó a si mismo, por no tener pecado, por las faltas de todos. Por eso pudo cambiar la rigurosa Ley, por la amplitud de la Gracia.

El cambio de sacerdote, motivó a un cambio en la ley. Pero a aquellos primeros cristianos les costaba aceptarlo. Pasaron más de dos mil años, y después de tantas revoluciones, renovaciones y movimientos, hoy estamos en una situación muy similar.

Nos acostumbramos a las reglas religiosas, nos acomodamos al ritualismo de cada iglesia y nos cuesta cambiar. Nos conformamos, nos estandarizamos. Algnos intentan generar cambios porque se resisten al sistema, pero sin el profundo temor de Dios para convertir ese deseo en un objetivo divino. Nos manejamos con caprichos humanos, con deseos propios, con ideas nuestras, pero nos olvidamos que fue Dios quien generó el más profundo y radical cambio en sus normas. Y que desea mantener esa misma frescura en nuestra alma cada día.

Cuántas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro priva de conseguir nuevos éxitos, hace renunciar a los cambios y a los sueños, negar los anhelos y las metas. Cuántas veces lo que se tiene fácilmente al alcance impide crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, fracaso y monotonía.

Perseverando todo puede lograrse. Las personas perseverantes y con temor de Dios inician su éxito donde otras acaban por fracasar. Ningún camino es demasiado para un ser humano que avanza decidido y sin prisa, teniendo claros sus objetivos y sometiéndolos a la Voluntad de Dios.

REFLEXIÓNCambiá tu alma, para Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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