La fe y las palabras de estima

Las Palabras de estima y la Fe

Cuando Felipe le dijo a Natanael que había hallado al Mesías, él le preguntó: ¿Puede venir algo bueno de Nazaret? Eso es prejuicio. 

Los prejuicios siempre son emocionales, son la proyección de las propias incapacidades, y como Natanael se sentía menos, proyectó sus emociones y su valoración sobre Nazaret.

Si una persona te dice que sos agresivo y antipático, seguramente es porque está poniendo en vos lo que no acepta de su vida.

Cuando alguien te juzga, en realidad se está juzgando a sí mismo.

Todo lo que nos sucede, lo representamos y transmitimos a través de nuestras emociones. Cuando tu familia te dice que no te acompaña a la iglesia porque te lavan el cerebro, esas palabras están llenas de sus inseguridades. Necesitás saber que todo lo que te dicen es porque ellos están proyectando sus emociones en vos.

Y Natanael hizo justamente eso, pero Felipe con sabiduría, respondió: “Vení y mirá vos.” 

Por eso, cuando Jesús vio a Natanael le dijo: “Este es un verdadero israelita en quien no hay engaño”, de esta forma, el Se18 60 Pr incipios de f e Alejandr a y Ber nar do S tamat eas 19 60 Pr incipios de f e Alejandr a y Ber nar do S tamat eas

ñor se conectó con la parte buena de este hombre; declaró una palabra de fe, de estima, y lo bendijo centrándose en lo bueno. Y una vez dicho esto, Natanael aumentó su fe y dejó de lado todos los prejuicios que estaban llenando y contaminando su mente.

Si hace varios años que conocés a Dios, es posible que necesites volver aprender muchas cosas. Nos enseñaron a predicar criticando, juzgando; pero esto es un error y como tal hay que revertirlo. Es tiempo de sembrar palabras de fe porque, creer en uno mismo es tan importante como creer en Dios.

Cuando el Señor te llamó, lo primero que escuchaste fue algo positivo, de fe, de bendición. Por eso, no atacaremos a la gente diciendo: “Eso es pecado”, “lo que hacés es del diablo”. Dios no se maneja así.

Nos focalizaremos en la parte buena de los miles que ganaremos para Cristo. Nos conectaremos con sus logros, sembrando fe y ellos también serán discípulos de Jesús.

“El que tiene gracia en hablar tendrá por amigo al rey”, dijo Salomón en Proverbios 22:11

Cuando ayudes a otros a cumplir sus sueños tendrás una doble recompensa: la enorme satisfacción de haber ayudado y haber ganado un amigo.

La palabra de fe no busca agradar sino activar a la persona

Cuando un psicópata, un manipulador o un estafador descubre que querés agradarle, te va a torturar con frases como: “Esperaba más de vos”, “¿querés que me sienta bien…? hacé esto o aquello.”

Seguramente te habrás cruzado en la vida con personas que te descalificaron que quisieron formar de vos una imagen de discapacidad. Lo más difícil es romper con las imágenes negativas. No te veas en debilidad, mirá tus fortalezas, ¿qué es lo que hacés mejor que nadie?

Recordá cada palabra de validación que hayas recibido, arraigala en tu mente y en tu espíritu y no te detengas.

La primera persona que debe darse estima sos vos. El primero que debe amarse, valorarse, afirmarse y darse seguridad es uno mismo.

Por eso ahora, declará, soltá y accioná palabras de valor y de fe sobre tu vida, y sabé que Jesús no hace excepción de personas, vos sos su hijo y como tal estás lleno de su Poder y su Sabiduría. Sólo te falta accionar la fe que Él ya dispuso dentro tuyo desde el mismo momento en que te creó.

Jesús nunca agradó a la gente, sólo activó su fe.

Una palabra de fe no busca agradar sino activar todo el potencial y los sueños que esa persona tiene.

Escrito por el Por Bernardo Stamateas

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