Tranquilidad en medio de la tormenta

Tranquilidad en medio de la tormenta

«Al oír esto, los discípulos se postraron sobre su rostro, aterrorizados. Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó. Levántense, les dijo. No tengan miedo.» Mateo 17:5-6 (NVI)

El miedo es una sensación que paraliza. Cuando era chico en los campamentos jugábamos juegos nocturnos. Había que llegar a una zona segura sin ser descubiertos. No se podía usar linterna por lo que caminábamos por el bosque a oscuras. Cada ruido que escuchaba era aterrador. E inconscientemente me detenía. Miraba para todos lados sin ver nada, pero me quedaba quietito. Miedo.

Los discípulos estaban aterrorizados. Durante siglos, el pueblo de Israel había intentado obedecer a Dios y recordaba que cuando Dios había hablado en el desierto a sus antepasados, hubo fuego, relámpagos, gloria y el pueblo tuvo pánico. Sus hijos y sus nietos crecieron escuchando a sus padres contar el miedo que inspiraba Dios cuando hablaba directamente con las personas. Demasiada santidad, demasiado poder, demasiada gloria para no temer.

Pedro, Jacobo y Juan estaban en el monte, cuando Dios habló para contarles que estaba orgulloso y satisfecho con su Hijo Jesucristo. Pero lejos de honrar a Dios, estos hombres tuvieron miedo. Más que miedo, estaban aterrorizados. Un terrible ataque de pánico.

¿Qué cosas te dan miedo hoy? Seguro que Dios no (porque si lo hiciera lo respetaríamos más), pero seguramente hay cosas que te intranquilizan, te desvelan o te inquietan. Secretos íntimos que te angustian y te quitan la paz. Miedo. Ponele el nombre que quieras, pero genera el mismo efecto. Te paraliza, te nubla la mente y te impide pensar correctamente.

Para los discípulos aterrorizados, Jesucristo tuvo un remedio efectivo. Se acercó a donde estaban y los tocó. Me impacta pensar en el toque de Dios. Estaban temblando, asustados y Cristo los acarició con cariño y paz. Y les dijo: No tengan miedo. Él es la paz. Él venció al miedo. Jesucristo tiene el poder para dominar y eliminar la inquietud.

Lo hizo hace dos mil años y puede también hacerlo ahora. Lo hizo con los discípulos y lo puede hacer hoy con vos. ¿Qué te causa miedo? Jesucristo vuelve a acercarse a tu vida, y con su mano de amor y caricia quiere darte su Paz. Te abraza, te cuida y te dice: No tengas miedo. Yo soy mayor que todos tus temores. Yo soy la Paz.

REFLEXIÓN – La mano de Jesús saca el miedo.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

2 COMENTARIOS

  1. Gracias a esa paz q Dios me da , puedo ser lo q soy una persona tranquila y se q con Jesús venzo toda transgresión q tenga en mi vida, Él es mi sostén en los momentos de angustia e superado todo con la fuerza q solo viene de nuestro Señor Jesús.., soy feliz con lo q tengo una hija maravillosa y un hombre q me ama y amigas y amigos hermosos q me aman y yo amo todo lo q tengo soy una bendecida…Amar es lo mas bello y ser feliz es la alegría del corazón…<3<3<3

  2. si, solamente Cristo Jesus, puede llevarse todo miedo.. por eso no me canso de alabarlo y de darle toda la Gloria y el honor….A DIOS SEA LA GLORIA POR LO QUE HIZO EN MI…

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