Dios cumple lo que promete

Dios cumple lo que promete

«Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.» Romanos 4:20-21 (NVI)

Los seres humanos solemos borrar con el codo lo que escribimos con la mano. Y acomodamos nuestras decisiones a nuestra conveniencia actual. Es notable como los programas que usan material de archivo se hacen una fiesta con las declaraciones contrapuestas de los políticos o personajes famosos dichas en distintos momentos de sus vidas.

Cuando la presidenta decidió expropiar el 51% de las acciones de YPF que estaban en manos de una empresa española para nacionalizarla nuevamente, tuvo que esperar que el Senado de la Nación aprobara el proyecto. Uno de los senadores que votó a favor fue el senador Carlos Menem, el ex presidente que mientras dirigía los destinos de nuestra Nación, le vendió YPF a la empresa española.

Los seres humanos nos damos vuelta porque está en nuestra naturaleza. Por eso nuestras promesas no tienen garantía de cumplimiento. No somos fiables. Y nos cuesta creerle a un mentiroso. Gracias a Dios, ¡Dios es distinto! Dios siempre cumplió con lo que prometió y jamás ha mentido en toda la eternidad ni lo va a hacer. Es absoluta garantía de certeza.

Cuando Pablo quiere mostrarle a los romanos la confiabilidad de Dios, les presenta el caso de Abraham. Un hombre que creyó en una promesa que no pudo ver y que le fue dada cuando no tenía la posibilidad de cumplirla. Dios le prometió una descendencia infinita a un hombre viejo con una esposa estéril que no tenían hijos.

Me impacta la frase que usa Pablo. Abraham no vaciló ante la promesa de Dios. No se puso a analizar las posibilidades que tenía de ayudar a Dios para cumplirla. No cuestionó las dificultades que tenía. No se enojó porque Dios se lo prometió cuando ya era viejo. Simplemente reafirmó su fe. ¿Cómo podés aumentar tu fe? Con la lectura de la Palabra de Dios. No hay pastillitas mágicas para esto.

Conocer y estudiar la Palabra de Dios nos permitirá convencernos de la fidelidad de Dios, porque vamos a conocer mejor a quien promete. La fe se sostiene por confiar en quien promete. Si realmente conoces a quien va a cumplir, no podés dudar de sus promesas.

REFLEXIÓN – Dios te da seguridad, porque es Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany