Mensajes Cristianos – La Gallina y sus pollitos

La Proteccion de Dios Brazos de CristoMensajes Cristianos – La Gallina y sus pollitos

«Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.» Salmo 57:1 (NVI)

Connie es una niña muy vital y que jamás se cansa. Siempre quiere jugar, no importa la hora del día que sea. Y cuando ya es muy tarde, y la llevo a dormir, suele pedirme que me acueste con ella en su cama y que la abrace para dormirse. Y aunque la posición no es del todo cómoda, ella está muy satisfecha. Se siente segura en los brazos de su papi. Y yo muero de amor cuando veo esto. Se que me queda poco tiempo para disfrutarla, porque cuando crecen dejan de hacer estos pedidos. Pero mientras dure, voy a darme este gusto enorme.

Nunca he tenido gallinas, pero leí que generan la misma sensación de seguridad para sus polluelos. No hay nada de indestructible en sus alas, ya que son plumas y huesos. Pero es la sensación de calidades, de protección, de amor y de cuidado de la madre para sus hijitos lo que genera que los polluelos se refugien bajo las alas de su madre.

Para el judío en tiempos de David, esta idea era bien gráfica. Ellos tenían gallinas en sus casas y veían a diario este efecto encantador. Los pequeños buscaban refugio bajo las alas de su mami hasta que pase el peligro. Y al igual que Connie, ellos se sentían cuidados y protegidos.

La misma sensación la describe el salmista al hablar de Dios. Y a diferencia de las alas de la gallina, o de mis abrazos, los brazos de Dios son eternamente poderosos. No tienen puntos débiles, no tienen fisuras, Dios es todopoderoso. Por eso su cuidado es absoluto. No hay límites para el poder y el amor de Dios. Él es capaz de todo. Y cuando ama, su amor es absoluto.

Y para tus momentos débiles, de problemas o flaquezas, Dios te ofrece la protección incondicional de sus brazos. No busques refugio en otros lados, solo Dios tiene el abrazo lo suficientemente tierno y poderoso como para protegerte sin ahogarte.

Hoy quiere ofrecerte su refugio, hasta que tu problema pase. Rogale a Dios que ejecute su compasión, y que te tenga guardado bajo sus poderosas alas de amor. A su sombra hay descanso y tranquilidad.

REFLEXIÓN – Dios es mejor que la gallina.

«Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.» Salmo 57:1 (NVI)

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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