Los Obstáculos en las Olimpiadas y en la Vida

Los Obstáculos en las Olimpiadas y en la Vida Diaria

«Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.» Lucas 10:10 (RVR)

En las olimpiadas, es habitual ver la carrera de obstáculos. Cada corredor debe evitar voltear las vallas y su objetivo es ser el primero en cruzar la meta. Tienen que ser lo suficientemente rápidos como para ganarles al resto de los competidores y lo suficientemente hábiles para no voltear ninguna valla. Es una carrera muy difícil.

Compartía Ariel, un amigo, en un mensaje, y mientras hablaba se me hizo esta misma imagen en mi mente. Los cristianos también tenemos una carrera por realizar. Es una carrera a la que Dios llama. La carrera de la adoración. Y en esta difícil tarea, se nos presentan algunos obstáculos que debemos sortear para llegar a buen término. Es muy fácil al momento de adorar distraernos. La gran mayoría de nosotros tiene problemas para estar concentrados en mantener el pensamiento solo en la Persona de Jesucristo durante una hora. Y permitimos que nuestra mente vuele a otras obligaciones sin poder detenerla.

La historia de Jesucristo en la casa de Betania nos deja tres obstáculos bastante comunes que debemos evitar para poder adorar bien a Dios.

Marta estaba preocupada. Tenía que resolver muchos temas para realizar la comida que deseaba darle al Maestro. Eran preocupaciones necesarias para que todo salga bien. Sin embargo, esas preocupaciones le impidieron estar a los pies del Señor Jesús. A veces, tus preocupaciones (que son reales y valederas, que te duelen y te angustian) te desenfocan del objetivo de adorar a Dios.

Marta estaba lejos, tuvo que acercarse para decirle algo al Maestro. Las preocupaciones nos alejan del Señor. Y sin darnos cuenta, nos enroscamos en los problemas y nos alejamos de Dios buscando una salida. Sin darnos cuenta que eso solo nos genera más problemas.

Marta termina quejándose que María no la ayudaba. Al estar lejos de Dios, pensamos que no nos cuida ni nos ama. Y la queja surge instantáneamente. Miramos a los que están al lado, cuestionamos sus actos y nos quejamos delante de Dios.

Preocupación, lejanía y queja son algunos obstáculos que nos impiden adorar a Dios. En tu último domingo, ¿Cómo estuvo tu adoración?, y para el que viene ¿Cómo te estás preparando? Dios espera adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad.

REFLEXIÓN – ¿Superás los obstáculosí

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

1 COMENTARIO

  1. Dios bendiga a todos y a cada uno de ustedes, conforme a su volunta,
    y que sigan dando muestra de quien mora en sus corazones. Gracias Señor por la palabra de bendición que pones en esta congregación de hermanos y hermanas que de una u otra forma ayudan a madurar espiritualmente a quienes de corazón quieren vivir en ti y andar en tus sendas.

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