LOS NOMBRES DE DIOS – PARTE 6

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LOS NOMBRES DE DIOS

CAPÍTULO VI

JEHOVÁ

A manera de resumen, permítame señalar que en la Biblia encontramos tres nombres primarios para Dios. Primero «Dios» que es la traducción de los vocablos El, Elah, Eloah y Elohim. Segundo «Jehová» que es la traducción del tetragrámaton Hebreo o las cuatro consonantes YHWH más las vocales de la palabra Adonai. Tercero «Señor» que es la traducción de las palabras Adon o Adonai.

Teniendo como base estos tres nombres primarios se hacen nombres compuestos con cada uno de ellos y no sólo eso sino también entre ellos. Hemos estudiado ya todos los nombres compuestos con El, es decir El Elyon, El Shaddai, El Olam y El Roi.

En adelante vamos a entrar al segundo nombre primario para Dios, es decir, Jehová.

Jehová es el nombre más específico, para Dios en el Antiguo Testamento. Esta palabra, en Español y en la versión Reina Valera es una especie de mezcla entre el tetragrámaton hebreo YHWH y solamente las vocales de la palabra hebrea Adonai que se traduce como Señor. La pronunciación Castellana Jehová es atestiguada en comentarios y documentos hasta mediados del siglo 12 en la exégesis rabínica y en las versiones medievales.

Debe notarse sin embargo que otras traducciones de la Biblia difieren ligeramente en cuanto a la pronunciación de este nombre. En la Biblia de Jerusalén aparece como Yahveh y no es extraño encontrar el nombre Yahweh en algunas versiones de la Biblia, pero en todo caso, todos estos nombres se derivan de uno solo, el tetragrámaton Hebreo YHWH.

¿Qué significa esta intrigante palabra compuesta de cuatro consonantes, imposible de ser pronunciada?. Para ello, vayamos al libro de Éxodo, capítulo 3 versículo 13 y 14, dice así: «Dijo Moisés, a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a. vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo soy, me envió a vosotros».

De este pasaje podemos saber que en su sentido primario, el nombre YHWH significa el que existe en sí mismo. Literalmente «Yo soy el que soy» o como algunos afirman, el eterno «Yo soy». Pero ahora vayamos a Éxodo 6:6 para apreciar el mismo nombre desde otro ángulo. Dice así:«Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes».

En este texto, el nombre YHWH se relaciona con la idea de un Dios poderoso que libera al pueblo de Israel de su esclavitud en Egipto. De aquí parte el concepto que Jehová es el nombre divino que se relaciona de manera particular con la obra de redención. Cuando el pecado entró en el mundo y la redención se hizo necesaria, fue Jehová YHWH quien buscó a los que habían pecado.

Génesis 3:9-15 dice: «Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mande no comiesesí Y el hombre le respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí».

Es Jehová, el único que puede dar liberación, quien está buscando al pecador. Más adelante vemos que Jehová provee túnicas de pieles al hombre, en una clara alusión a que la redención del pecado tiene que ver con el derramamiento de sangre. Génesis 3:21 dice: «Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles y los vistió».
En su carácter de redentor, Dios entonces se manifiesta invariablemente como YHWH o Jehová. Por tanto en el nombre YHWH o Jehová predominan dos ideas importantes. Su eternidad, Yo soy el que soy, y su relación especial con Israel como su Redentor. Cuando Dios se presenta como Redentor, el énfasis está sobre aquellos atributos de Jehová que se ponen en movimiento a causa del pecado y la salvación del hombre. Estos atributos son en primer lugar, su santidad, Levítico 11:44-45 dice: «Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastra sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo».

Jehová es santo, apartado totalmente del pecado y demanda santidad de parte de los que son suyos.Íntimamente aparejado con su santidad está su odio al pecado y su juicio sobre el mismo. Note la manera como el salmista lo expresa en el Salmo 11:4-7; «Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos. Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro».

La santidad de Jehová se manifiesta aborreciendo el pecado y castigando con severidad al pecador. Jehová es santo, odia el pecado y castiga al pecador. Pero además de esto, Jehová ama al pecador. Por este amor, busca redimir al pecador, pero debe hacerlo de una manera que no atente contra su divina justicia. Y esto lo hizo por medio del sacrificio de Cristo.

Ponga atención a los siguientes textos de Isaías 53:1, 5, 6 y 10: «¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Y ¿sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo en él, el pecado de todos nosotros. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada».

Jehová es santo y demanda santidad de los que quieren estar con él. Jehová odia el pecado y ha declarado un severo juicio sobre el pecador. El castigo por el pecado es la muerte. Pero Jehová es amor. Por su amor quiere salvar al pecador de su castigo y darle una nueva vida plena de significado, ¿Cómo hacerlo? Para eso, envió a su Hijo, el Señor Jesucristo quien tomó forma humana y como Dios hombre fue a la cruz donde fue herido por nuestras rebeliones, lo cual significa que él recibió todo lo que Ud. y yo merecernos como pecadores.

Su castigo fue de tal magnitud que luego de una agonía atroz finamente entregó su espíritu, por eso dice el texto que él fue molido por nuestros pecados. Pero su muerte, satisfizo a Jehová y como secuencia, resucitó a su Hijo de entre los muertos. Jehová ahora puede redimir a todo pecador que cree en Cristo como su Salvador.

Esta fue la manera como Jehová no sólo llegó a ser el Redentor del pueblo de Israel al sacarles de la esclavitud en Egipto con mano fuerte y brazo extendido, sino que también llegó a ser el Redentor de cada uno de los que por fe hemos confiado en Cristo como aquel que pagó por nuestros pecados. Resumiendo entonces diremos que Jehová es otro de los nombres primarios de Dios. Jehová es un nombre que proviene de las cuatro consonantes Hebreas YHWH más las vocales de la palabra Adonai que significa Señor.

El nombre Jehová comunica la idea de aquel que siempre es. Yo soy el que soy. Hace referencia a su eterna existencia y total autosuficiencia. El nombre Jehová es el nombre de la Deidad en sus tratos con los hombres. En ese sentido, el nombre Jehová nos habla de su santidad, de su odio al pecado, de su severidad para castigar el pecado y de su amor para salvar al pecador de su segura condenación y darle una nueva vida llena de significado.

 

Por: Ps. David Logacho

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