Divulgue la paz de Dios en esta navidad

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Divulgue la paz de Dios en esta navidad

Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! – Lucas 2:13,14

La Navidad es una temporada muy importante del año. Es la temporada cuando el mundo entero oye el mensaje del nacimiento de Jesús y la gente se vuelve más bondadosa. Es el tiempo perfecto para sembrar semillas de amor en la vida de las personas que encontramos en el camino.

Esas semillas a veces pueden tomar la forma de una palabra amable a alguien en medio del bullicio y trajín de las compras. Otras veces, pueden tomar la forma de una oportunidad de orar por alguien y ministrarle. Pero no importa dónde usted se encuentre, esté preparado para aprovechar cualquier oportunidad para ayudar a los demás.

Yo he tenido algunas experiencias asombrosas cuando he dado unos cuantos dólares a alguien en necesidad. Al darle el dinero a la persona, le he dicho: «Este dinero es del Señor Jesucristo. Yo le sirvo a Él y Él me ha indicado que le ayude a usted».

Es asombroso ver cómo la gente está más dispuesta a oír cuando uno dice las cosas con amor. Mucha gente nunca ha conocido a nadie que de veras le muestre interés y amor. En esta temporada navideña, sea esa clase de persona para con los demás. Divulgue el mensaje de paz que es posible en Jesucristo y de su buena voluntad para con los hombre.

Quién sabe cuántas de esas semillas echen raíces un día y hagan entrar a alguien en el glorioso reino de Dios.

Lucas 2:1-20

2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 
2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 
2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 
2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 
2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 
2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 
2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, 
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 
2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 
2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 
2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 
2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 
2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Kenneth Copeland

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