Un Cristiano Triunfador

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victoria-en-cristo-jesus-bibliaUn Cristiano Triunfador

«Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.» Mateo 7:7-8 (NVI)

Escuché que se puede catalogar a las personas en tres estamentos, que puede aplicarse a cualquier persona o a cualquier cristiano:

Están las personas pasivas. Son aquellas que esperan que la vida les entregue lo que desean. Son los que esperan encontrar un billete en la calle, que un golpe de suerte les de sus sueños. No es una categoría mala, pero es limitada. El pasivo espera, pero no hace nada por alcanzar sus metas. Siempre depende de otro para que su milagro ocurra.

El segundo estamento son las personas realizadoras. Son aquellas que tienen definidos sus objetivos y metas. Saben que desean y como lograrlo. Son los que tienen sus planes a corto, mediano y largo plazo. El problema del realizador es que habitualmente, cuando alcanzan su meta termina su motivación por continuar y se achanchan. Trabajan arduamente para alcanzar sus sueños, y cuando los obtienen dejan de luchar.

El tercer estamento es el de los triunfadores. Son aquellos que no son ni pasivos ni realizadores. El triunfador hace lo que sea necesario por alcanzar sus objetivos, y por buscar siempre más. Podríamos acusarlo de avaro o insatisfecho. Pero si lo miramos desde el punto de vista de Dios un triunfador es aquel que siempre tiene un desafío nuevo para agradar a su Dios, y que lucha hasta conseguirlo. Es el que pelea y lucha por su milagro y hace lo humanamente posible por obtenerlo.

El triunfador sabe que hay cosas que solo Dios puede hacer, como resucitar a Lázaro. Pero hay cosas que el hombre debe hacer, y que Dios no hará, como correr la piedra. Entonces se esfuerza, y arremete con pasión por lo que desea.

Jesucristo nos desafió a ser triunfadores, a pedir, a buscar, a golpear hasta que se abra. Pero muchas veces abandonamos antes de empezar, y nos deprimimos por el primer fracaso. Por eso Dios nos desafía hoy a aplicar tres reglas prácticas en la vida cotidiana y espiritual:

1° Si no persigues aquello que quieres, nunca lo vas a conseguir.
2° Si no preguntas, la respuesta siempre será NO.
3° Si no das un paso adelante, siempre estarás en el mismo lugar.

REFLEXIÓN – Eres un triunfador, vive como tal.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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