Tomarse a Dios en serio – Parte 2

«…LOS CREYENTES SE REUNÍAN… Y COMPARTÍAN TODO LO QUE TENÍAN» (Hechos 2:44 NTV)

Tomarse a Dios en serio. Parte 2

Los primeros creyentes se tomaron en serio la confraternización. La comunidad cristiana es mucho más que un club social con un interés común: somos una familia -hijos del mismo Padre, hermanos-. La cruz lo hizo posible: «Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…» (1 Corintios 12:13). Los primeros discípulos valoraban la relación fraternal, manifestada en muchas formas, además de cantar himnos y escuchar sermones juntos: «Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad» (Hechos 2:44-45 NTV). ¿Tenemos nosotros ese amor desinteresado y nos preocupamos de nuestros hermanos necesitados de tal manera que compartimos lo que tenemosí ¿Cuántos de los primeros discípulos compartían sus bienesí «Todos los creyentes». ¿Qué compartían? «Todo lo que tenían».

La Palabra de Dios describe a la iglesia como un cuerpo, cuyos miembros existen individualmente pero quienes sólo pueden funcionar bien en conexión con los demás. Ni los brazos, ni las piernas, ni los hombros, ni ningún otro miembro puede vivir por separado; han de estar unidos a un cuerpo con una cabeza para cumplir su cometido. La iglesia primitiva sobrevivió en medio de una persecución encarnizada y logró hazañas extraordinarias. ¿Por qué? Porque entendió la necesidad de valorarse los unos a los otros y de sacrificar los intereses personales por el bien común. Si hubieran sido individuos solitarios, independientes y egocéntricos, habrían sido destruidos por la apabullante fuerza de sus enemigos.

Como creyente que eres, tal vez puedas sobrevivir fuera de la iglesia, pero no podrás crecer ni prosperar. Nada del gran potencial que Dios te ha dado llegará a verse realizado a menos que estés comprometido enteramente con una congregación local, donde puedas servir y participar en el cumplimiento de la visión de Dios para esa iglesia.