Una Actitud Cristiana Correcta

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actiitud-biblia-cristiana«¿Son éstos todos tus hijosí Queda el más pequeño, respondió Isaí, pero está cuidando el rebaño. Manda a buscarlo, insistió Samuel, que no podemos continuar hasta que él llegue.» 1 Samuel 16:11 (NVI)

La elección de un rey era todo un evento en la antigüedad. Como era un cargo hereditario, era imposible aspirar a semejante puesto, excepto por la via de la revolución. Cuando Samuel llega a la casa de Isaí, siendo Saul el rey en actividad y le dice al padre de familia que Dios lo manda a ungir al nuevo rey de Israel, Isaí habrá pensado que era una broma. Era imposible que pase eso.

Pero como Samuel insistía, comenzó el proceso de selección. En aquellos tiempos, el hermano mayor tenía prioridades y privilegios excepcionales. Era quien heredaba el 50% de la fortuna de su padre, mientras que el resto se dividía entre los demás hermanos. Con esa cultura, Isaí llama a su hijo mayor, fornido y deseoso de ser el elegido, pensando que allí se acababa la consulta. Pero se equivocó. Samuel no eligió al mayor. Ni tampoco al siguiente.

Pasaron siete hermanos hasta que finalmente no quedó ninguno y se presenta la pregunta del profeta ¿son todosí Samuel no había hecho una cita, ni había agendado con Isaí un día y horario para la selección. De donde se puede entender que los siete hijos de Isaí estaban siempre en la casa, y no trabajaban. Tenían a los jornaleros para el trabajo pesado. Ellos mandaban desde la casa.

Ante la pregunta del profeta, Isaí se acuerda que tenía un hijo más, el menor, el que estaba con las ovejas. ¿No era también hijo? ¿Por qué tenía que trabajar cuando el resto no lo hacía? Tal vez por ser el menor, lo discriminaban y se burlaban de David. Y la diferencia que hacía su padre podría haber dañado su autoestima y estado de ánimo.

Cuando Samuel lo unge como rey, David quedó evidentemente en una posición muy superior a todo el resto. ¿Qué hubiera hecho vosí Tal vez yo hubiera dejado de trabajar, hubiera mandado a mis hermanos a cavar zanjas, hubiera puesto en su lugar al padre discriminador. David no hizo nada de eso. Volvió a cuidar a las ovejas siendo el rey de Israel.

Era muy fácil y hasta compresible que se le suban los humos, pero no lo hizo. Tal vez porque Dios sabía eso es que lo había elegido como rey.

REFLEXIÓN – ¿Cuál hubiera sido tu actitud?

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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