«EL ÁNIMO DEL HOMBRE SOPORTARÁ SU ENFERMEDAD.» (Proverbios 18:14)
2 pasos para desarrollar un espíritu fuerte
Estamos formados de cuerpo, alma y espíritu. Dios viene a habitar en nuestro espíritu (el hombre interior). Pero eso no significa que automáticamente tengamos un «espíritu fuerte». No, el espíritu es como el cuerpo: hay que alimentarlo. ¿Quieres desarrollar un espíritu fuerte?
Primer 1 paso:
Pasa tiempo en la Palabra de Dios. ¿Por qué? Porque ésta renueva la mente y produce las cualidades de Cristo en ti. Jesús conocía de primera mano el poder de las Escrituras. Las estudió desde niño, las guardó en su corazón y por ellas fue capaz de vencer a Satanás en el desierto. Tu Biblia:
(1) alimentará tu alma: «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón…» (Jeremías 15:16);
(2); te mantendrá fuerte ante la tentación: «¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra» (Salmo 119:9);
(3) te hará perspicaz: «La exposición de tus palabras… hace entender…» (Salmo 119:130).
Segundo paso:
Reconoce el poder de la oración. Escucha: «…subió al monte a orar aparte» (Mateo 14:23b). Si Jesús necesitó pasar tiempo orando, también tú. John Bunyan decía: «Podemos hacer más que orar después de haber orado, pero no podemos hacer nada más que orar hasta haber orado.» Piénsalo. En la oración encomiendas todo a Dios, si no, ¿quién se ocupa de tus asuntosí Simplemente este pensamiento debería hacernos caer de rodillas… ¿Quieres desarrollar un espíritu fuerte, de modo que te sostenga en la enfermedad y en la dificultad?
¡Haz estas dos cosas!
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