El llevar Fruto en la Biblia

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fruto-en-la-bibliaEl llevar Fruto en la Biblia

«Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.» Colosenses 1:10 (RVR)

La ley de la siembra siempre se cumple. Todo lo que sembramos, lo cosechamos. Plantamos en el jardín de casa algunas plantas de lechuga, algo de albaca y tomate. Y ya estamos comiendo algo de lechuga con albaca, y en poco tiempo saldrán los tomates. Cuando las plantamos, apenas eran unos pequeños brotes. Todos igualmente verdes y sin nada que los distinguiera. Algunas semanas más tardes, cada planta dio su fruto, y muestro lo que eran.

El fruto es la culminación de un trabajo largo. Yo no hice mucho, apenas si regaba un poco. Pero llevó su tiempo y finalmente la naturaleza cumplió su proceso. Las plantas dieron su fruto. Pablo que era un gran didacta, toma este ejemplo del reino vegetal y lo aplica a la vida espiritual.

Y nos recuerda el pedido de nuestro buen Dios, Él espera que andemos como es digno de Él. ¿Cómo se entiende esto que es tan genérico? Lo aclara pegadito. Dice que tenemos que agradarle en todo. Es decir, que cualquier cosa que digamos, pensemos o hacemos debe agradar a Dios. Si bien es también bastante genérico, no deja lugar a dudas. Si hacemos un autoanálisis de nuestros últimos dichos, ¿todos le agradan a Diosí Si repasamos nuestros últimos pensamientos ¿todos agradan a Diosí

Por eso aclara más el concepto, diciendo que nuestro fruto debe ser una buena obra. El concepto de bueno, es subjetivo si depende de la justicia humana. Somos especialistas en correr la línea según quien esté jugando. Somos más benévolos con nuestros amigos y más duros con nuestros no tan amigos. Y cuando se trata de nosotros mismos, somos muy benévolos.

Pero lo bueno, es objetivo cuando el parámetro es Dios. Su justicia es absoluta y perfecta y define con exactitud que cosa es bueno y que cosa no lo es. Para evidenciar esto, necesitamos conocer a Dios. Si tu límite de lo correcto o lo incorrecto es bastante endeble, Pablo te recomienda que te esfuerces en conocer a Dios.

A mayor conocimiento de Dios, mayor santidad en la vida. Estar más cerca de Dios nos ayuda a vivir agradándole, y a actuar dignamente. Es decir, a dar mejor y más fruto. A la inversa, cuanto más lejos de Dios estemos, menos fruto damos, menos santidad tenemos, menos le agradamos.

REFLEXIÓN – El fruto no miente.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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