LEVÁNTATE Y PASA ESTE JORDÁN

pasa al otro lado biblia josue1«…LEVÁNTATE Y PASA ESTE JORDÁN.HACIA LA TIERRA QUE YO [OS] DOY…» (Josué 1:2)

Dios le dijo a Josué: «Mi siervo Moisés ha muerto… deberéis prepararos para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que os daré… Tal como le prometí a Moisés, yo os entregaré a vosotros todo lugar que toquen vuestros pies. Vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates… hasta el mar Mediterráneo… Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados» (Josué 1:2-6 CST) ¿Te encuentras hoy ante un momento clave de cambios, planteándote comenzar una nueva fase o una nueva tarea e inquietándote por ello?

Si es así, observa estas dos cosas en esta historia:

1) Cuando llegó el momento de asumir el mando, Josué estaba listo

Hasta entonces, había servido fielmente a Moisés y desarrollado su potencial como segundo de abordo. Así que no se apresuró ni jugó sucio; solamente se preparó. Y cuando estuvo listo, Dios lo ascendió.

2) Superó a su maestro

El liderazgo de Moisés terminó donde comenzaba la Tierra Prometida. Bajo el liderazgo de Josué, Israel entraría allí y se convertiría en una gran nación. Todo el tiempo que Josué había pasado en el desierto lo había preparado para ese momento. Dios nunca desperdicia la experiencia. Todo lo que has vivido y sufrido, incluso las cosas que nunca entendiste, son parte de la preparación para lo que Dios tiene guardado para ti.

«YO OS ENTREGARÉ A VOSOTROS TODO LUGAR QUE TOQUEN VUESTROS PIES» (Josué 1:3 CST)

¿Te imaginas cómo se debió de sentir Josué al tomar el lugar de Moisésí Necesitaba tener confianza, por lo que Dios le ánimo:

1) «Yo os entregaré a vosotros todo lugar que toquen vuestros pies» (Josué 1:3 CST)

En otras palabras, da un paso de fe y reclámalo. Es tuyo, si estás dispuesto a avanzar y poseerlo. ¿Iba a ser fácil? ¿Llegarían allí de la noche a la mañana? No, pero su seguridad venía de las palabras del Señor «tal como le prometí a Moisés». Hay una canción que dice: «Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación… Aunque la tierra tiemble tenemos que confiar. Cielo y tierra pasarán, mas Sus palabras no pasarán».

2) «Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti» (Josué 1:5 NVI)

Tendrás que enfrentarte a la crítica y a los ataques. En el caso de Josué, había treinta y un reyes, siete naciones y gigantes del tamaño de los postes de teléfono esperándolos en la Tierra Prometida. Aun así, cada batalla que pelees es una oportunidad para que se manifieste el poder de Dios.

3) «Como estuve con Moisés, también estaré contigo» (Josué 1:5 NVI)

Si te angustia el futuro, acuérdate de la fidelidad de Dios en el pasado. Al final de sus días, Josué escribió: «…Estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita… bien sabéis que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad…» (Josué 23:14 CST). Y el Dios que obró para favorecer a Josué también lo hará por ti.

«…EL SEÑOR ES LA FORTALEZA DE MI VIDA; ¿DE QUIÉN HE DE ATEMORIZARME?» (Salmos 27:1)

Si alguna vez has empacado y te has mudado de casa, recordarás haber dicho «¡Esta es la última vez que me mudo!». Ahora entiendes cómo se sintió Josué al trasladar a casi dos millones de personas -a pie- a una nueva patria. Dios le dijo a Josué dos cosas:

1) «Esfuérzate y sé muy valiente…» (Josué 1:7)

¿Por qué? Porque sus enemigos iban a atacarle y su propio pueblo iba a ser muy demandante con él. ¿De dónde sacas la valentía? De estas palabras: «…El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?». La palabra «fortaleza» significa que estás a salvo, rodeado por los fuertes brazos de Dios. O sea, que nada puede llegar a ti sin que haya pasado primero por Él. Víctor Hugo escribió: «Ten valor para sobrellevar las grandes penas de la vida y paciencia para las pequeñas. Y cuando acabes los quehaceres diarios, ve a dormir en paz. Dios sigue despierto».

2) «…No te dejaré ni te abandonaré» (Josué 1:5 NVI)

¿Quién sino Dios podría hacer y cumplir semejante promesa? ¡Pues la cumplió!

«…El Señor les entregó a los israelitas todo el territorio que había prometido darles a sus antepasados; y [se establecieron] allí. El Señor les dio descanso en todo el territorio, cumpliendo así la promesa hecha años atrás a sus antepasados. Ninguno de sus enemigos pudo hacer frente a los israelitas, pues el Señor [los] entregó en sus manos… Y ni una sola de las buenas promesas del Señor a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió…» (Josué 21:43-45 NVI). ¡Su Dios es también tu Dios!

2 COMENTARIOS

  1. No hay fortaleza tan fuerte, como lo es la palabra de Dios. ninguna promesa puede ser tan grande como las que nos hace el Señor Dios mediante su palabra y no hay verdad mas real que la del cumplimiento de las promesas que El nos ha hecho.
    Gracias amigos de Devocionales Cristianos por recordarnos lo.

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