6 Cosas que el verdadero perdón NO ES

9

«…NO ME ENVIASTEIS ACÁ VOSOTROS, SINO DIOS…» (Génesis 45:8)

(2) Permitirás que salven la apariencia

Los hermanos de José escucharon sorprendidos cuando él dijo: «…no me enviasteis acá vosotros, sino Dios…» (Génesis 45:8). ¿Estaba de broma? ¿Lo hizo Diosí Esto eleva el perdón a un nuevo nivel. Salvar la apariencia, esto es lo que Dios nos permite hacer. Con total conocimiento de nuestro pasado pecaminoso y nuestras luchas actuales, Él nos cubre con gracia, y espera que nosotros hagamos lo mismo por los demás. Puedes hacer un amigo de por vida permitiéndole a alguien salvar la apariencia.

Al leer la genealogía de Jesús en el capítulo 1 del evangelio de Mateo, podrías pensar que el pecado de adulterio entre David y Betsabé fue parte de la estrategia divina. Por supuesto que no, y David pagó un alto precio por ello (Ver 2 Samuel 12:15-19). Sin embargo, Mateo relata esos acontecimientos como si supuestamente tenían que haber sucedido de ese modo.

(3) Para aquél que realmente perdona de corazón no hay lugar para la altivez

Somos capaces de perdonar porque: (a) recordamos que nosotros mismos hemos sido perdonados; (b) reconocemos de lo que somos capaces de hacer; (c) vemos la mano de Dios con una perspectiva más amplia; (d) cuando lo superamos, nos volvemos más sabios, más fuertes y más parecidos a Jesús. Así que, José no estaba siendo complaciente o quería quedar por encima de ellos, ni tampoco pensaba: `Así seré admirado por ser tan generoso’. No, durante los años que pasó en prisión, Dios había cambiado su corazón y su actitud. De manera que cuando José dijo: «Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien» (Génesis 50:20), eso es lo que realmente estaba pensando. ¡Es el verdadero perdón!

«…ID A MI PADRE Y DECIDLE: `ASÍ DICE TU HIJO JOSÉ:…'» (Génesis 45:9)

(4) Les protegerás de su mayor temor

José no sólo perdonó a sus hermanos, sino que además entendió su peor pesadilla: tener que volver y decirle a su padre lo que habían hecho con él veintidós años atrás. Pero José se adelantó a ellos; les dijo lo que debían decirle a su padre y lo que no. José sabía que practicar el verdadero perdón no significa destrozar a otros en el proceso. `Pues, yo pienso que deberían haber sido forzados a confesarle a su padre lo que hicieron’, te dirás. ¿De verdad? ¿No le habría causado al anciano un problema aun mayor el tener que luchar con la idea de todos esos años perdidos con José, sin mencionar el haber que luchar contra la amargura con respecto a sus otros hijosí José era sabio, y esto hizo que sus hermanos le respetaran incluso más.

(5) Hay una gran diferencia entre confesar y desahogarte

Muchos corazones han sido destrozados y muchas vidas dañadas irreparablemente por personas que -en busca de alivio- han descargado sus culpas al detalle sobre personas que no podían sobrellevarlas. Algunas veces, confesar es el camino adecuado, pero no antes de consultarlo con un consejero experimentado o un asesor espiritual. Toma nota: después de que David pecara con Betsabé, él escribió: «Contra Ti [Dios], contra Ti sólo he pecado; he hecho lo malo delante de tus ojos…». (Salmo 51:4). Cuando reconoces que Dios sabe todo acerca de tu pecado y a pesar de eso te promete que lo mantendrá en secreto bien guardado, esto debería (a) aumentar tu gratitud exponencialmente, (b) motivarte a mantener la boca cerrada, (c) hacer que rehúses exponer los pecados o defectos de los demás.

«…LOS CONSOLÓ, PUES LES HABLÓ AL CORAZÓN» (Génesis 50:21b)

(6) Debe ser un compromiso para toda la vida

Jacob murió diecisiete años después de reencontrarse con su hijo perdido José y, de repente, los hermanos de José entraron en pánico. Escucha: «Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: ‘Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos'» (Génesis 50:15). Entonces inventaron una historia y avisaron a José, diciendo: «Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: ‘Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque te trataron mal…» (Génesis 50:16b,17). Ahora bien, si su padre hubiera dicho esto realmente, se lo hubiera comunicado personalmente a José antes de morir. No se hubiera ido a la tumba con el temor de que José se vengara. Cuando José escuchó que sus hermanos dudaban de su perdón, él lloró y les dijo: «‘No temáis… yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos’. Así los consoló, pues les habló al corazón» (Génesis 50:19,21b). Fíjate en las palabras «los consoló«.

¡El verdadero perdón es un compromiso de por vida! Debes practicarlo todos los días. Nadie dijo jamás que sería fácil. Si Jesús hubiera esperado hasta que sus enemigos se arrepintieran, Él nunca habría orado: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34). Claro que es más fácil perdonar cuando las personas implicadas reconocen su ofensa, pero si ésta es la condición previa, probablemente nunca experimentarás victoria. ¡Y lo que no perdonas, lo revives! Así que, por tu propio bien, perdona, recupera tu vida y ¡empieza a caminar en las bendiciones del Señor!

«…BENDECID A LOS QUE OS MALDICEN Y ORAD POR LOS QUE OS CALUMNIAN» (Lucas 6:28)

(7) Debemos orar para que sean bendecidos

¿En serio? ¡Totalmente! El verdadero perdón es difícil porque (a) va contra nuestros impulsos más fuertes, (b) nadie más sabrá jamás que perdonamos la ofensa, (c) nuestros corazones podrían «romperse» al ver que Dios, en respuesta a nuestras oraciones, bendice a quienes nos ofendieron, como si nunca hubieran pecado contra nosotros.

Orar de esta manera, citando a Calvino, «es sumamente difícil». Crisóstomo lo definió como ‘el nivel más alto de autocontrol’. El suplicio de Job no terminó hasta que oró por aquellos «amigos» que habían llegado a ser su «espina en la carne» (Ver Job 42:10). Cuando somos capaces de orar de esta manera, nos parecemos más a nuestro Padre celestial. Escucha: «Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos» (Mateo 5:44,45).

Si estás pensando: ‘¿Cómo puede alguien vivir de esa manera?’, mira la vida y muerte de Esteban. Mientras sus enemigos le apedreaban, él oraba: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado» (Hechos 7:60b). Esta actitud encierra uno de los secretos de su gran efectividad. Así que, si te estás preguntando: ‘¿Cómo puedo saber si estoy practicando el verdadero perdón?’, la respuesta es:

(1) No lo revelarás; (2) No intimidarás; (3) No culparás; (4) Permitirás que salven la apariencia; (5) Les protegerás de su mayor temor; (6) Lo harás de por vida y (7) Orarás para que sean bendecidos.

9 COMENTARIOS

  1. Gracias querido Pastor, gracias por sus palabras de aliento.Hoy veo las cosas mucho mejor, y estoy mas tranquila.

  2. Anita, si la relación acabo fue mejor que sea ahora que después. Imaginate ya casados con ministerio y gente a cargo, sería terrible!! Pero creo que dentro de todo lo malo Dios ha sido bueno con ustedes. Deja a Dios te consolar, animar e injertar vida otra vez. Tu vida no se acabo, recién empieza!! Animo!! Porque grandes cosas están por venir. Si tus veredas están torcidas hoy, alegrate!! por que Dios ha prometido enderezarlas!! Aleluya!!

    Mil Bendiciones!

  3. Pastor queria saber si puede dirigirme con palabras de la biblia , pues he cortado una relacion de noviazgo(nos ibamos a casar) y la verdad , si bien tengo mucha Fe, aun estoy triste y no puedo dejar de ensar en ello; y creo que estoy entorpeciendo los planes de Dios

  4. Bendiciones para todos !,SE QUE DIOS NOS BENDICE CADA AMANECER Y SE QUE AÚN MÁS CUANDO LOS NUESTROS TAMBIÉN AMANECEN! GRACIAS SEÑOR POR ESTE ENORME REGALO LLAMADO VIDA O EXISTENCIA. AQUÍ ESTAMOS SEÑOR.

  5. Por favor quiero que me expliquen bien que significa salvar la apariencia. Por todo lo demás muchas bendiciones para Uds. De su hermana catolica.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí