6 Mitos del Éxito según la Biblia

6 Mitos del Éxito según la Biblia

«…EL INTELIGENTE ADQUIERE CAPACIDAD PARA ENTENDER…» (Proverbios 1:5)

Observemos algunos mitos comunes del éxito:

(1) Creemos que el éxito es imposible, así que lo criticamos

Como preferimos pensar que la vida debería ser fácil, asumimos que cualquier cosa difícil debe ser imposible. Después, cuando el éxito se nos escapa, nos da ganas de tirar la toalla y decir: «De todas formas, ¿qué importa si no tengo éxito?». Y si alguien a quien consideramos inferior lo tiene, entonces sí que nos enfadamos…;

(2) Creemos que el éxito es algo místico, por eso lo perseguimos

El problema es que queremos la recompensa sin pagar el precio. Seth Grodin dijo: «Debemos dejar de hacernos castillos en el aire. Nadie gana una medalla olímpica entrenando tan sólo unas cuantas semanas. Tampoco es posible que una estrella de opera nazca de la noche a la mañana. Las grandes empresas (y congregaciones) no surgen de un día a otro… Las cosas importantes se construyen exactamente de la misma manera: poco a poco, paso a paso, y a cuentagotas»;

(3) Creemos que el éxito viene por casualidad, así que soñamos con ello

Decimos: «Por casualidad estaba en el lugar preciso y en el momento preciso». ¡Falso! Las posibilidades de que eso ocurra son tantas como las de ganar la lotería. Si te tomas el éxito realmente en serio, estarás de acuerdo con un pequeño comerciante que tenía un letrero en su puerta que decía: «Las cincuenta y siete Reglas del Éxito: Regla número uno: Entrega la mercancía. Regla número dos: Las otras cincuenta y seis reglas no importan». Por eso Pablo le dijo a Timoteo: «Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos» (1 Timoteo 4:15).

…EL INTELIGENTE ADQUIERE CAPACIDAD PARA ENTENDER…» (Proverbios 1:5)

En cuanto al éxito, aquí tienes otros tres mitos que nos engañan:

(4) Creemos que el éxito es el resultado de una oportunidad, así que la aguardamos

Mucha gente que trabaja duro y parece no llegar a ninguna parte está convencida de que la única cosa que necesita es una «pausa». Su lema es: «Si tan sólo.». «Si tan sólo mi jefe me dejara un poco en paz.»; «Si tan sólo nuestra iglesia estuviera en un mejor barrio de la ciudad.»; «Si tan sólo dispusiera de fondos para poder empezar mi propio negocio.»; «Si tan sólo me hubiera casado con otro/a.». ¿Te suena familiar? Las personas que no hacen más que esperar a una oportunidad, ni saben reconocerla ni aprovecharla cuando se presenta;

(5) Pensamos que el éxito llegará cuando tengamos influencia, así que nos esforzamos por tenerla

Esta idea se consolida con comentarios como el del gran industrial Andrew Carnegie: «El éxito es el poder que te permite adquirir cualquier cosa que esperes de la vida». Entonces, lo llevamos aun más lejos, pensando que toda persona que ha tenido éxito se ha aprovechado de los demás para llegar a donde está; por lo tanto, empezamos a buscar formas de manipular a las personas también. Creemos que podemos forzar nuestro camino al éxito, y pero eso no funciona;

(6) Creemos que el éxito se logra a través de las buenas relaciones, así que nos afanamos por establecerlas

Quienes ponen su fe en ellas, creen que se hubieran realizado si tan sólo hubiesen nacido en la familia apropiada, o si hubieran encontrado a la persona acertada. Sin embargo, esas maneras de pensar están equivocadas. Conocer a los buenos contactos tiene sus ventajas, pero esa gente en sí no va a mejorar tu vida si vas por mal camino. Para los seguidores de Jesucristo, ¡el éxito viene al buscar la voluntad de Dios y seguir el plan que Él tiene para tu vida!

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