Como Mantener una Buena Actitud Según La Biblia

«¡SIETE VECES AL DÍA TE ALABO…!» (Salmo 119:164)

Cada día debes decirte a ti mismo: «Hoy haré los ajustes necesarios para mantener una buena actitud». Aquí tienes algunas guías para ayudarte:

(1) Reconoce que tu actitud necesita una adaptación diaria

Todo lo que no cuidas, se deteriora. Cuanto mayor sea tu inclinación natural a ser negativo o indeciso, más tendrás que trabajar en ello. Por lo tanto, empieza cada día chequeando tu actitud. Y estate atento durante todo el día a las «señales de alarma» que te avisen si no vas bien.

(2) Pídele ayuda a Dios

Alguien nos mandó esta oración tan graciosa:«Querido Señor, hoy todavía no he murmurado, ni he perdido los nervios, ni he sido codicioso, gruñón, aborrecible, egoísta o indulgente conmigo mismo. Pero dentro de unos momentos tendré que salir de la cama, y entonces voy a necesitar toda la ayuda que me puedas proporcionar».

La verdad es que vas a necesitar la ayuda de Dios para mantener una buena actitud, así que, ¡pídela!

(3) Busca siempre lo bueno

La Madre Teresa solicitaba sólo dos requisitos de aquéllos que trabajaban con ella en Calcuta: deseo de trabajar y una actitud alegre. Piénsalo, si alguien puede estar gozoso en medio de los moribundos y los más pobres de los pobres de la Tierra, ¡seguro que tú también lo podrás estar en tu propia situación!

(4) Busca personas llenas de fe

Las hay en todas partes y las encontrarás como águilas «sobrevolando» y cubriendo a los que dudan. Si tú tienes un mal día, acércate y aprovecha el «cobijo de sus alas en medio del viento», tal y como hacen los ciclistas. Y si ellas tienen dificultades, sé tú el que pase al frente para facilitarles las cosas. Para mantener una buena actitud, haz lo que el salmista dijo: «¡Siete veces al día te alabo…!» (Salmo 119:164). ¡Pruébalo!

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