Como Educar A Tus Hijos Con La Educación A-C-Á

Como Educar a tus hijos con la Educación «A-C-Á»

«…EL PADRE A SUS HIJOS… EXHORT(ÁBAMOS)[A] Y CONS(OLÁBAMOS)[UELA] A CADA UNO… Y (OS)[LES] (ENCARGÁBAMOS)[ENCARGA] QUE ANDUVIER(AIS)[AN] COMO ES DIGNO DE DIOS…» (1 Tesalonicenses 2:11b-12)

La madre de cuatro adolescentes dijo: «Solía tener muchas teorías sobre cómo educar a los hijos; ahora tengo muchos hijos – ¡y ninguna teoría!». Los adolescentes son como hormonas con patas, y no puedes hacer mucho al respecto. No obstante, si tu objetivo es criar adultos responsables y temerosos de Dios, aquí tienes una estrategia eficaz. Se llama educación «A-C-Á», porque te anima a crear un ambiente en el hogar con:

(1) A-fecto

A muchos jóvenes no les gustan las muestras de afecto por parte de los padres, ¡especialmente delante de sus amigos! Sin embargo, Dios quiere que te relaciones con ellos, «…exhort(á)[ándoles] y cons(olábamos)[olándoles] a cada uno… encargá(bamos)[ndoles] que anduvier(ais)[an] como es digno de Dios…» (1 Tesalonicenses 2:11b-12). Como parte de ello, las muestras de afecto y los comentarios de apoyo en el momento oportuno obran maravillas.

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¿Cómo Educar A Tus Hijosí

(2) C-ariño

Dorothy Parker dijo: «La mejor manera de mantener a tus hijos en casa es creando un ambiente agradable, ¡o pinchar las ruedas de su vehículo!». Ahora en serio, ¿qué tipo de hogar estás creando? ¿Lo pasan bien tus hijos allí? ¿Y sus amigosí ¿O es un territorio de combate? No hay familias sin conflictos, pero preocuparse de reducir el estrés puede crear una atmósfera más saludable. Si esto supone menos actividades, menos viajes y menos horas de trabajo, hazlo; ¡no te arrepentirás!

(3) Á-nimo

Los chicos necesitan disciplina y seguridad, pero también padres que confíen en ellos siempre, pase lo que pase. La Biblia dice: «…la palabra áspera hace subir el furor» (Proverbios 15:1b). Los chicos responden mejor a la exhortación que a los insultos y los desaires. ¡Piensa en esto!

«ESTAS PALABRAS… ESTARÁN SOBRE TU CORAZÓN… A TUS HIJOS... LES HABLARÁS DE ELLAS…» (Deuteronomio 6:6-7)

Robert Orben bromeaba: «Llevo a mis hijos a todas partes, ¡pero siempre encuentran el camino de vuelta a casa!». Puede que nos riamos pero la verdad es que la mayoría de nosotros no ha empezado la faena de criar hijos con un manual de instrucciones. Hemos aprendido por ver a nuestros propios padres hacer lo que pudieron. Algunas veces funcionaba, y otras no.

Pero los principios de Dios siempre tienen buenos resultados; por eso la Biblia dice: «Estas palabras… estarán sobre tu corazón… a tus hijos… les hablarás de ellas…» (Deuteronomio 6:6-7). Hasta los padres modelo, que parecen hacerlo todo bien, también se equivocan. El único que nunca yerra es nuestro Padre celestial; Él es el padre supremo.

Aquí tienes algunos ejemplos de su estilo de educación que te pueden ayudar a pensar como Él:

Tiene expectativas muy altas, pero también es tolerante (lee Romanos 2:4). Siempre templa su juicio con misericordia (lee Isaías 30:18). Nos enseña por medio de valores y nos recompensa por los resultados (lee Gálatas 6:7). Éjercita su autoridad, pero está dispuesto a compartir su poder (lee Salmo 115:16). Insiste en «su camino», pero también nos da la libertad de errar, recuperarnos y hacerlo mejor la próxima vez (lee Gálatas 5:1). Nos protege en la «carretera» de la vida pero al mismo tiempo nos enseña sobre la realidad (Mateo 10:16). Sabe cuándo mantenerse a distancia y cuándo acercarse (1 Samuel 12:22).

No hay modo de ser un padre perfecto, pero ¡con la ayuda de Dios puedes ser uno bueno de verdad! Así que ¡relájate! Aprenderás equivocándote. Toma a tus hijos de una mano y a Dios de la otra, y ¡sigue creciendo!

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