Amigos Cristianos ¡Aprendamos a escuchar!

Amigo, Cristiano ¡aprende a escuchar!

«…TODO HOMBRE SEA PRONTO PARA OIR, TARDO PARA HABLAR…» (Santiago 1:19b)

No cabe duda de que los hombres y las mujeres son muy distintos. Por naturaleza, los hombres son «arregladores»: arreglan la televisión, el grifo que gotea, etc. Así que, a la mayoría de ellos les choca cuando parece que sus esposas preferirían hablar de la situación en vez de arreglarla. Efectivamente, si él simplemente se sienta y escucha con atención a cómo se siente ella referente al asunto, a menudo toda su perspectiva cambia. ¿Se ha solucionado la
situación? No necesariamente, pero de repente se ha arreglado una necesidad importante. El hombre que solía estar pendiente de cada palabra suya cuando salían juntos, «ha vuelto» a mostrar que sus sentimientos, pensamientos y luchas realmente le importan. El que aprende esta lección cuanto antes ¡se encuentra con una mujer feliz!

A menudo, nuestras oraciones no parecen cambiar las circunstancias; aun así, nos sentimos mucho mejor cuando hemos orado. ¿Por qué? Porque lo hemos compartido con Alguien que es competente y que se preocupa lo bastante como para escuchar; así que nos ponemos en marcha con una perspectiva distinta. Pablo escribió:

«Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo [con su tiempo, atención, apoyo, ánimo, y su vida] por ella?» (Efesios 5:25).

¡Es asombroso cuántos hombres pueden ascender en sus carreras, y sin embargo no tienen ni la menor idea de lo que estoy diciendo! Amigo cristiano, no es demasiado tarde para aprender. Pero quédate advertido, la primera vez que lo intentes, no te sorprendas si tuesposa desconfía, mira de manera confusa o ¡se desmaya y tiene que volver en sí…! Su reacción dependerá del tiempo que hayas estado ausente emocionalmente. ¡Aguanta ahí! Da tiempo al tiempo. «El amor nunca deja de ser…» (1 Corintios 13:8).

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