¿Cómo Trabajar en Circunstancias Difíciles Según La Biblia?

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«EL SEÑOR DIOS… LO PUSO EN EL HUERTO…, PARA QUE LO LABRARA Y LO CUIDARA» (Génesis 2:15)

Dios envía a su pueblo hacia zonas hostiles para ser «sal», que cura y saca lo mejor cuando es esparcida. Es un honor ser escogido para el encargo; ¿te sientes también así?

El Señor sabe que si en cualquier situación nos acomodamos demasiado, tendemos a holgazanear demasiado tiempo allí donde estemos. Al «tostarnos» en la tranquilidad y dicha no contenciosa, nos perdemos las bendiciones que vienen a través del enfoque, del propósito realizado y de la guerra. Sí, ¡guerra! La figura de un soldado nos parece demasiado drástica, pero no te olvides: «…sufre penalidades como buen soldado?» (2 Timoteo 2:3). Hemos sido llamados para entrar en situaciones inhóspitas, tomar el territorio y demostrar a otros lo que es vivir bajo la señoría de Jesús. Nos involucramos muy fácilmente en situaciones mundanas, como jefes agobiantes, politiqueo de oficina, chismorreo que causa enfriamiento de relaciones, y tratamiento injusto, los cuales no nos dejan lograr ver la razón de Dios por estar allí.

¿Se te ha ocurrido que podrías ser el único creyente a quien se le conoce en el lugar de tu trabajo, o mejor dicho: el primero que haga que Cristo sea bien visto y que su mensaje sea atractivo? El destino eterno de alguien podría depender de tu testimonio y actuación… Es posible que de momento no esté interesado en lo que tienes que decir, pero la muerte, el divorcio, la enfermedad o la adversidad puede cambiarlo todo en «un abrir y cerrar de ojos». Es cuando el mundo va a buscar el consejo de «los muchachos que echaron al horno ardiendo y también del que arrojaron al foso de los leones» (lee Daniel, capítulos 3 y 6), pues nadie más tiene la respuesta. Así que, «…(hacedlo) [haz] todo para la Gloria de Dios» (1 Corintios 10:31b).

«EL SEÑOR DIOS… LO PUSO EN EL HUERTO…, PARA QUE LO LABRARA Y LO CUIDARA» (Génesis 2:15)

Mientras David estaba fuera en el campo cuidando a las ovejas, los ojos de todo el mundo estaban fijos en Saúl. Pero no los de Dios; los suyos estaban en David, observando cómo adoraba, cómo su carácter, relación con Él y temor del Señor se desarrollaban, y cómo enfrentaba el mal. ¿Sería intimidado fácilmente, o tenía la «madera» de la cual los reyes deberían estár hechosí ¿Cómo se comportaría en la batalla? ¿Vería a un gigante humano, o a un Dios gigantesco apoyándole? ¿Era orgulloso y autosuficiente, corriendo delante del Señor, o confiaba únicamente en Él? ¿Sería justo con las personasí ¿Cómo manejaría la autoridad? ¿Hablaría mal de aquéllos que estaban por encima de él o respetaría a los que estaban en autoridad, independientemente de sus defectos personalesí

David no era totalmente consciente de aquello que Dios había planificado para él, pero reconoció al Señor en todos sus caminos. Alguien dijo una vez: «El carácter es lo que eres cuando nadie te mira». Bien, ¡Dios siempre está mirando! Él observaba a David; ¡y también te vigila a ti!

La mayoría de nosotros no trabaja como si el Señor nos observara o incluso se preocupara por el trabajo que estamos haciendo. Fallamos en darnos cuenta de que la promoción no viene «…ni de oriente ni de occidente…, …[sino de] Dios» (Salmo 75:6-7). ¿Entiendes que aunque tu oficio actual pueda ser dificilísimo, el Señor te ha colocado allí para un propósito? Él te ha puesto en ese lugar para que puedas aprender a tratar con el enemigo, crecer en gracia y madurez y ser entrenado para cosas mejores. ¡Piénsatelo!

4 COMENTARIOS

  1. personalmente pienso que trabajar para Dios es un privilegio y realizarlo de la mejor manera comosi fuera lo ultimo que haga.

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