La Armadura De Dios Según La Biblia: ¡Pontela Ya!

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La Armadura De Dios Según La Biblia: ¡Pontela Ya!

“VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS…” (Efesios 6:11)

Vamos a echar un vistazo a las seis piezas que componen la armadura del Señor descritas por Pablo en Efesios 6:14-17. Las tres primeras son cosas que llevamos siempre puestas y las tres últimas tan sólo las usamos cuando las necesitamos. Veamos las tres primeras:

(1) El cinturón de la verdad.

“Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad…” (Efesios 6:14). Durante la II Guerra Mundial, un avión voló muchos kilómetros más allá de su destino porque la tripulación no se dio cuenta de que había un fuerte viento de cola, y optaron por no creer lo que los instrumentos les indicaban. Todos los que estaban a bordo perecieron. Cuando el avión fue encontrado años después, los instrumentos todavía estaban en perfectas condiciones… La Palabra de Dios es tu infalible “panel de control”. Léela diariamente, créela [y ponla en práctica], sin importar lo que tu mente o el diablo te diga.

(2) La coraza de la justicia (versículo 14).

La coraza protege al corazón, el cual debe latir en sintonía con la Palabra del Señor. Cuando no es así, Él activa una señal de aviso de que algo va mal, y no es sabio ignorar estas señales.

(3) El calzado de la paz (lee versículo 15).

El calzado implica que vas a alguna parte. No esperes escuchar a Dios si te quedas inmóvil siempre. Cuando sigues hacia delante pensando en el Señor, Él te confirma el camino correcto concediéndote su paz. Esto pone una base firme bajo tus pies. Pero ¿por qué dice Dios?: “Estad, pues, firmes…” (versículo 14) en vez de: “Id a luchar”. ¡Porque la batalla ya ha sido ganada! No estamos luchando desde afuera para conseguir la victoria, sino que lo estamos haciendo desde dentro de la misma. Jesús ya ha conquistado a estos tres “gigantes”: el mundo, la carne y el diablo. Todo lo que estamos haciendo es “quitarnos el polvo”…

“VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS…” (Efesios 6:11)

Veamos las tres últimas partes de la armadura:

(1) El escudo de la fe (versículo 16).

Pablo dijo que el escudo de la fe nos permite “…apagar todos los dardos de fuego del maligno” (Efesios 6:16b). ¿Te acuerdas de las batallas entre los indios y colonos en las viejas películas del oeste? Los colonos rodeaban sus carretas para protegerse, y entonces los indios les lanzaban flechas encendidas. ¡Qué listos!; sabían que no se puede combatir al fuego y al enemigo al mismo tiempo… Las flechas ardiendo son una tremenda distracción, y Satanás usa la misma táctica contra nosotros. No obstante, ¡la fe (y el enfoque) apagan esas flechas!.

(2) El yelmo de la salvación (versículo 17).

Este yelmo protege tu mente, lo que tiene que ver con tu nueva identidad como creyente. Tu salvación no es simplemente un “billete de salida” del infierno, es todo lo que eres en Jesucristo: un hijo de Dios comprado con sangre, totalmente perdonado, completamente redimido y que tiene el Cielo como destino.

(3) La espada del Espíritu (versículo 17b).

Pablo dijo que la espada del Espíritu es la Palabra de Dios. La palabra utilizada aquí en las Escrituras no es ‘logos’, sino ‘rhema’, que significa ‘declaración’. Se refiere a que debemos valernos de su Palabra para vencer a Satanás en la batalla, usando la Escritura correcta en el momento adecuado para enfrentar un problema determinado. Tres veces tentó Satanás a Jesús en el desierto, y tres veces Jesús le respondió: “Escrito está” (lee Mateo 4:4-10). Él le derrotó con la Palabra. El diablo puede vencerte argumentando y discutiendo contigo, pero no tiene ninguna defensa contra la Palabra del Señor. Así que, memoriza las Escrituras y utilízalas como un arma contra el enemigo.

“VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS…” (Efesios 6:11)

La clave para que la armadura de un soldado sea efectiva está en ponérsela correctamente, de manera que todas las piezas encajen bien y aporten la máxima protección. Y, ¿cómo puedes vestirte “…de toda la armadura de Dios…”? (Efesios 6:11). Orando. “…Orad en todo tiempo… en el Espíritu…” (Efesios 6:18). Orando en el poder del Espíritu “nos viste” para la lucha espiritual. Especialmente necesitas orar al inicio de cada día, pidiéndole a Dios que “te vista” con cada parte de su “armadura. No vayas a la batalla “desvestido” espiritualmente. Pablo escribió también: “…vestíos del Señor Jesucristo y no satisfagáis los deseos de la carne” (Romanos 13:14). Éste es uno de los mejores versículos de la Biblia en cuanto a cómo vencer la tentación. No le des a Satanás ni un “dedo”, porque te tomará todo el “brazo”.

Para que los perros escuchen y obedezcan las órdenes por encima de todo, los entrenadores, al comenzar el entrenamiento, les tiran un trozo de carne fresca. Los perros no entrenados se lanzan a por la carne inmediatamente, pero con el tiempo, el entrenador enseña al pero a mantenerse atento a él, pase lo que pase. Cuando el proceso tiene éxito, el perro no aparta los ojos de su instructor, aunque la “tentación” de la carne esté justo delante de él. Ésta es una lección muy importante. Si mantienes los ojos fijos en Jesús (lee Hebreos 12:2), no importará qué clase de mentira carnal o tentación Satanás te arroje. De vez en cuando querrás “ir a por ella”, pero si mantienes los ojos centrados en Jesús, escuchando sólo a su voz, siempre serás victorioso.

1 COMENTARIO

  1. Es solo una obediencia a Dios, parte de nuestra fidelidad, porque sabemos que todos lo que recibimos viene de Dios. Pero si das el diezmo, da con amor, porque Dios ama al dador alegre. esa es la clave de la bendición, porque si das con tristeza no sirve. Dios te bendiga

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