Confiando En Dios en Las Tinieblas

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Confiando en Dios en las tinieblas

«…SI EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS, ¿POR QUÉ NOS HA SOBREVENIDO TODO ESTO? (Jueces 6:13)

Hace unos cien años, algunas fábricas alemanas exclusivas de textiles tenían salas especiales dedicadas a la confección de los mejores encajes del mundo. Esas salas estaban a oscuras; solamente tenían unas pequeñas ventanas situadas encima de las mesas en las que los tejedores trabajaban. Todo estaba así porque la hermosura del encaje se aprecia mucho mejor cuando el tejedor esté trabajando en la oscuridad y su obra se expone a la luz. Normalmente, los propósitos de Dios son revelados y su poder es manifestado en nuestras experiencias más tenebrosas, cuando preguntamos, como Gedeón: «…si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? (Jueces 6:13). Cuando parece que las cosas no tienen «ni pies ni cabeza», la promesa de Dios es: «Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que Yo soy el Señor… que te pongo nombre» (Isaías 45:3).

Cualquiera puede ser fiel en los buenos momentos, pero estar «…en la casa del Señor… por las noches» (Salmo 134:1b) requiere un verdadero compromiso. El escritor de himnos George Matheson escribió: ¿Permaneceré en la casa del Señor por las noches… amándole por quién es Él… sabiendo que no deseo el regalo sino el Dador? Cuando pueda quedarme… en la oscuridad de la noche para alabarle…, entonces, le habré aceptado solamente por quien es Él. La Biblia dice que cuando los israelitas afrontaron su mayor desafío, el Mar Rojo, el Señor hizo «…que el mar se retirara… toda aquella noche» (Éxodo 14:21b). Anímate, pues, porque Dios está trabajando aun cuando no eres capaz de verle.

Después de todo, ¿cómo puede el Señor darnos «…cánticos en la noche…» (Job 34:10 Versión: La Biblia de las Américas) si el «sol» siempre está brillando? Jesús afirmó: «Lo que os digo en tinieblas, decidlo a plena luz…» (Mateo 10:27). Es en los momentos oscuros de la vida cuando Dios te trasmite cosas que te fortalecerán y alentarán a los que te rodean.

LO QUE YO HAGO, TÚ NO LO COMPRENDES AHORA, PERO LO ENTENDERÁS DESPUÉS (Juan 13:7)

Marta y María estaban perturbadas porque Jesús no vino antes de que su hermano Lázaro muriese: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto» (Juan 11:21,32b). Pero en vez de darles motivos, Jesús dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (el versículo 40). Cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac, él no lo entendió, pero más tarde fue testigo de lu fidelidad del Señor cuando Isaac le fue devuelto. Moisés no sacó en claro por qué debía pasar cuarenta años en el desierto, pero luego, cuando Dios lo llamó a guiar a Israel hacia la libertad, lo comprendió. José no sabía por qué sus hermanos le maltrataban o por qué había sido encarcelado injustamente, pero más adelante vio la mano del Señor en todo lo ocurrido. Su padre se preguntaba por qué José le había sido arrebatado de su lado, pero posteriormente, mirando a la cara del hombre que había sido nombrado gobernador y que había salvado la vida de toda la nación, apreció los propósitos de Dios.

Así como nuestros hijos no siempre piensan que nuestras decisiones tienen sentido, nosotros no siempre comprendemos los caminos del Señor. Por eso, Jesús dijo a Pedro: «Lo que Yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después» (Juan 13:7). Dios no espera que lo comprendas, pero sí que confíes en Él. A pesar del picor horrible, la bancarrota y su luto, Job dijo: «…si me prueba, saldré…» (Job 23:10b). ¿Te está el Señor poniendo a prueba en la situación en la que te encuentres ahora? Si es así, ¿qué estás aprendiendo de ella? ¿Te está volviendo esta experiencia peor o mejor, motivándote a que te acerques más a Él?

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