Mantente Centrado En Las Cosas De Dios

Observa:

(1) Las personas centradas no viven en el pasado.

Muchos de nosotros añoramos el pasado y nos quedamos atascados en él. En lugar de eso, debemos aprender de los tiempos pasados y avanzar. Elbert Hubbard escribió: «Una buena memoria es algo positivo, pero la capacidad de olvidar es muestra de grandeza. Las personas con éxito saben olvidar, porque están corriendo una «carrera» y no se pueden permitir mirar hacia atrás; su mirada está puesta en la meta. Son demasiado grandes para permitirse que les perturben cosas pequeñas. Si alguien les hace mal, evalúan el origen y se mantienen serenas. Es la gente menuda la que alberga venganza. Sé un buen «olvidador»; el éxito lo exige».

(2) Las personas centradas no piensan en las dificultades sino en las recompensas.

Si das mucho pensamiento a las dificultades, desarrollarás autocompasión en vez de autodisciplina, y así conseguirás cada vez menos, pero si te enfocas en los resultados, te mantendrás motivado. Toma a Cristo como ejemplo: «…por el gozo puesto delante de Él, sufrió la cruz…»(Hebreos 12:2b).

(3) Las personas centradas eligen sus amistades cuidadosamente.

Aquí tienes cinco tipos de personas que vas a encontrar: (a) Refrescadores, quienes refuerzan tu fe y te dan vigor; (b) Refinadores, quienes pulen y clarifican tu visión; (c) Reflectores, quienes reflejan tu energía, sin añadir nada o incluso mermándola; (d) Rebajadores, quienes intentan disminuir tus objetivos y esfuerzos a su nivel de confort; (e) Rechazadores, quienes no te comprenden ni a ti ni a lo que Dios te ha llamado a hacer. Así que, mantente centrado, y estarás bien cimentado; los halagos de otros no se te subirán a la cabeza tan fácilmente, y el impacto negativo de tus críticos se verá minimizado.

«NO DESCUIDES EL DON QUE HAY EN TI…» (1 Timoteo 4:14)

Pablo le dijo a Timoteo que se centrase en sus fortalezas. «No descuides el don que hay en ti…» (1 Timoteo 4:14). Las personas centradas no esconden ni excusan sus debilidades; por el contrario, se centran en sus puntos fuertes. Hay una historia sobre una pareja que decidió construir una granja y se puso a discutir. La mujer quería edificar la casa primero, y el marido el establo para guardar el ganado. Estuvieron en un tira y afloja, hasta que el marido dijo: «Mira, en primer lugar tenemos que construir el establo, porque es lo que saquemos de los animales lo que nos permitirá construir la casa, el garaje, el granero, el columpio de los niños y todo lo demás». Cuando te centras en poner lo primero en primer lugar, es más probable que todo lo demás encaje en su sitio.

Anthony Campolo dijo: «Te convertirás en aquello con lo que te hayas comprometido, y eso te transformará en una persona totalmente distinta. El futuro es el que te condiciona, no el pasado. Es en lo que te comprometes a convertirte lo que determinará quién eres, mucho más que cualquier cosa que te haya sucedido en el pasado. Por lo tanto, te pregunto: ¿Cuáles son tus compromisos? ¿Adónde te diriges? ¿Qué vas a ser? Muéstrame alguien que no se ha decidido y te enseñaré a alguien que no tiene identidad, personalidad, ni dirección». Centrarte en las debilidades en vez de en las fortalezas es como tener un puñado de monedas, algunas de oro y el resto de cobre ennegrecido, y apartar las de oro para dedicarte a abrillantar las de cobre, con la esperanza de hacerlas más valiosas. No importa cuánto tardes, pero nunca valdrán lo que las de oro. De manera que, mantente centrado en los puntos fuertes que Dios te ha dado.