El Poder De Tus Palabras Según La Biblia

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El Poder De Tus Palabras En La Palabra de Dios

EL QUE SE BENDIGA EN LA TIERRA , EN EL DIOS DE VERDAD SE BENDECIRÁ… (Isaías 65:16)

¿Sabías que puedes bendecirte a ti mismo por lo que dices? La Biblia afirma:

«El que se bendiga en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá… porque las angustias primeras serán olvidadas…» (Isaías 65:16). En este versículo se nos enseña dos verdades muy importantes:

(1) Tus propias palabras tienen más poder para hacer mella en ti que las de cualquier otra persona. A fin de cuentas, no es lo que otros digan que es importante; es lo que te dices a ti mismo después de que hayan dejado de hablar, porque tú siempre tienes la última palabra;

(2) Nunca disfrutarás de lo que el Señor tiene para ti en el futuro mientras todavía vivas en el pasado. Para poder entrar en la «Tierra Prometida», primero debes dejar el «desierto».

Así que, llega a un acuerdo con Dios y empieza a decir lo que Él manifiesta acerca de ti, y esto no es poca cosa. Lo que dices desde el momento que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche no sólo influye tu día sino también toda la perspectiva y el curso de tu vida.

Si has estado orando y preguntando al Señor que te dé respuestas específicas, puedes influenciar el resultado asegurándote que lo que dices concuerda con lo que Él dice. En otras palabras, ponte en armonía con Dios.

Tu cuerpo es «…templo de Dios…» (1 Corintios 3:16), y por lo tanto, debes tener mucho cuidado con lo que permitas que salga de tu boca. La crítica mezquina y la negatividad destruyen y difaman. Pero las palabras basadas en la Biblia, llenas de fe, abren la puerta hacia las bendiciones del Señor.

Por eso es que Pablo escribió: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación...» (Efesios 4:29). Por lo tanto, antes de que suenes desentonado, pregúntate: ¿Es esto beneficioso?.

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El Poder De Las Palabras

EL QUE GUARDA SU BOCA GUARDA SU VIDA (Proverbios 13:3)

Después de fracasar en el negocio, Paul Galvin acudió a una subasta de su propia empresa; se encontraba bajo pero no derrotado. Con sus últimos $750 volvió a comprar el negocio, que más tarde se convertirá en la famosa Motorola. ¿Qué te parece esta historia de recuperación?

La Biblia dice: «En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona [examínalo y mira lo que puedes aprender]. Dios hizo tanto el uno como el otro» (cfr. Eclesiastés 7:14).

Cuando afrontamos nuevos desafíos como cambiar de trabajo, volver a la universidad o iniciar una relación nueva, nuestra vieja «programación» nos dice «hola», para hacernos creer que no somos aptos para la tarea. ¡Ojo! La Biblia dice: «El que guarda su boca guarda su vida, …el que mucho abre sus labios acaba en desastre» (Proverbios 13:3).

Lo maravilloso acerca de ser la persona que el Señor quiso que seas es que Él te preprogramó para poder manejar situaciones nuevas. Él lo hizo para que puedas cambiar y crecer. No construyas un caso contra ti mismo escuchando viejas voces, o diciendo palabras que socaven tu confianza. A menudo, hacer algo que nunca has hecho requiere mucho aprendizaje, que procede de la ansiedad que se esconde detrás de estas líneas:

¡Es imposible que pueda hacer esto… Supongo que lo puedo intentar… Lo estoy haciendo, pero la verdad es que tengo mucho miedo… Todavía lo estoy haciendo, pero no muy bien… Lo estoy realizando mejor… Uy, me equivoqué; después de todo, supongo que no puedo hacerlo… A lo mejor lo intentaré de nuevo Esta vez, no lo estoy haciendo mucho mejor… Lo daré otra oportunidad… ¡Vaya, lo estoy llevando bastante bien!… ¡¡¡Puedo llevarlo a cabo!!!.

La Biblia dice que del «…fruto de la boca del hombre se llena su vientre…» (Proverbio 18:20), así que, cambia todos esos «no puedo» en «puedo» y sincroniza tu auto-conversación con las Sagradas Escrituras.

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