¿Cómo Tener Éxito En El Trabajo Biblicamente?

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‘Pero mi trabajo no tiene futuro…’ dices. Mientras estés en este trabajo hazlo “…de corazón, como para el Señor…” (Colosenses 3:23). Demuestra tu valía allí dónde estás y Dios te ascenderá a cosas mejores.

EL MALVADO OBTIENE GANANCIAS ILUSORIAS (Proverbios 11:18 NVI)

Si quieres tener éxito en la vida, ¡practica la honradez! Una encuesta citada por Paul Harvey revelaba que el 40% de los trabajadores admitía haber robado en el trabajo, ¡y el 20% lo justificaba! Algunas razones para justificarlo: «Todos lo hacen, ¿por qué yo voy a ser menos?; «El jefe se lo puede permitir, no lo echará de menos»; «Sólo es algo muy pequeño, no hará ninguna diferencia»; «la empresa me debe mucho, sólo tomo lo que me pertenece»; «lo merezco, he trabajado duro y nunca me lo han reconocido». ¿Qué dice Dios al respecto? «El malvado obtiene ganancias ilusorias» (Proverbios 11:18). Dios dice que engañar a tu empleador ya sea robando el tiempo o material, u ofreciendo un producto o servicio de inferior calidad es «malvado». ¡Son palabras duras! Los empleadores y los clientes deberían tener la certeza de que, más que cualquiera, los seguidores de Cristo son honrados, trabajan duro por su salario y ofrecen un servicio de la más alta calidad.

Y que quede claro, robar no es de listos, incluso si no te pillan. «turbación hay en las ganancias del malvado». (Proverbios 15:6b). Lo puedes coger, pero no te va a beneficiar. La fortuna obtenida con fraude disminuye, (Proverbios 13:11 Biblia de las Américas). No puedes hacer algo malo y obtener un resultado bueno. No sólo te traerá problemas sino que también se los traerá a ésos que amas y que más te necesitan. «Perturba su casa el que tiene ganancias ilícitas» (Proverbios 15:27 Biblia de las Américas). La pérdida de empleo, el daño a la reputación, la humillación, los costes legales y sus consecuencias son la «factura» que toda la familia tiene que pagar, acabando a veces en vergüenza y divorcio y repercutiendo en varias generaciones. Tu cónyuge se merece un compañero o compañera honrados. Tus hijos se merecen un modelo que puedan imitar, con la certeza de que el camino por el que tú vas es seguro, para que ellos lo sigan.

LA MANO DE LOS DILIGENTES ENRIQUECE.(Proverbios 10:4b)

Si quieres tener éxito en tu trabajo, hay un rasgo de tu carácter que tienes que fomentar: la diligencia. Cuando se les pregunta a los empresarios cuál es su mayor dificultad, normalmente responden: «Encontrar y mantener buenos empleados». Éstos hacen que un negocio prospere o quiebre. «La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece». (Proverbios 14:10). La diligencia nos demanda ser disciplinados, motivados, despiertos, confiables y requiere que acabemos las cosas. La Biblia dice ¡precioso bien es la diligencia!(Proverbios: 12:27b), porque es muy difícil de encontrar.

Los trabajadores diligentes son merecedores de su salario: «Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia» (Proverbios 21:5). En el sistema de Dios, el jefe debería beneficiarse de ti y tú de él. De hecho los diligentes se proponen ser empleados rentables. ¿Quieres prosperar? ¡Haz que tu empleador prospere! Los diligentes se alegran de eso, a los perezosos les molesta. Será la diligencia, y no el politiqueo o la manipulación, lo que haga que asciendas. «El de manos diligentes gobernará; pero el perezoso será subyugado». (Proverbios 12:24 NVI). En la economía de Dios, tú decides si vas a ser un «gobernador» o un «esclavo», según tu disponibilidad para trabajar duro.

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