Pastor: ¿Cómo Cuidarte Como Jesús?

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La Mujer Perfume derramado en Jesús
¿Cómo Cuidarse Como Jesús Según La Biblia?

Pastor Aprende a Cuidarte Como Jesús

“[ELLA] … LO DERRAMÓ SOBRE SU CABEZA…” (Mateo 26:7)

Jesús se dejó ministrar. ¿Y tú? “Se le acercó una mujer con un vaso de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre la cabeza de Él … Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron: —¿Para qué este desperdicio? … Al darse cuenta Jesús, les dijo: — Lo que ha hecho conmigo es una buena obra” (Mateo 26:7-10). Este relato nos enseña algo muy importante. Debes dejar que el cuidado que das a otros te sea devuelto; de lo contrario te quemarás. Jesús practicaba este principio; como también lo hacía el salmista: “Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Salmos 23:5). Para que la copa de tu servicio esté rebosando, tiene que ser rellenada continuamente. Y como en general los demás te tratan como tú te tratas a ti mismo, debes aprender a hacerlo bien. Es muy bueno cuidar de otros, pero a veces nos escondemos detrás de eso para evitar tener que cuidarnos —quizás porque no sabemos cómo hacerlo—.

La cuestión es ¿Cómo podemos cumplir el mandamiento de Cristo de “ama a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31) si no sabemos cómo amarnos a nosotros mismos? Muchos acabamos resentidos por las demandas que la gente nos impone cada día sin recibir nada a cambio. Cuando el mundo en el que vives está continuamente exigiendo de ti debes depositar reservas en tu vida, como si se tratara de una cuenta bancaria; de lo contrario acabarás en números rojos (en lo moral, emocional y espiritual) y te devolverán los cheques. ¿Quién te va a cuidar mejor de ti que tú mismo? En este día ora: ‘Señor, dame la gracia de dejar que el aceite que yo derramo sobre otros sea derramado sobre mí’.

[lightbox full=»https://www.devocionalescristianos.org/wp-content/uploads/2016/02/como-cuidarte-como-Jesus-Biblia-perfume-2.jpg» title=»¿Cómo Cuidarte Como Jesús?»][/lightbox] ¿Cómo Cuidarte Como Jesús? (Imagen) Compártela en tu red social favorita.

“…HAS UNGIDO MI CABEZA CON ACEITE; MI COPA ESTÁ REBOSANDO” (Salmo 23:5)

Hay dos clases de personas que nunca entenderán tu necesidad de cuidarte:

1) Los legalistas, quienes siempre se miden por baremos morales, éticos y religiosos muy perfeccionistas.

2) Los adictos a servir, (llamémoslos “servicólicos”).

Estos se inmolan en el altar de las múltiples actividades de la iglesia, creyendo que esa es la única forma de agradar a Dios. Algunos de los discípulos de Jesús hicieron eso. Cuando una mujer le derramó un perfume muy costoso sobre su cabeza se molestaron.

¿Por qué? ¿Nunca habían leído las Escrituras donde dice “…Has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Salmo 23:5)? En los tiempos bíblicos el aceite se usaba como bálsamo, para dar masajes y para tonificar el cuerpo después de una largo viaje o un una jornada laboral dura. ‘¿A Dios no le molesta, entonces, que me tome un descanso?’ te preguntas. Claro que no. Pero puesto que los servicólicos tienen la necesidad de ser necesitados, piensan, como los discípulos, que “este perfume podía haberse vendido a gran precio, y el dinero habérselo dado a los pobres” (Mateo 26 9:9 LBLA). Su razonamiento es el siguiente: ‘Los demás importan, yo no’.

Debes entender lo siguiente:

a) cuando te preocupas de los demás pero no de ti acabarás agotado espiritual y emocionalmente;
b) te molestarás porque tus necesidades no están siendo reconocidas ni satisfechas;
c) buscarás alivio en lugares no apropiados.

Eso es lo que le llevó a Sansón a los brazos de Dalila. Ella le dio un espacio para relajarse y “desmelenarse”; pero luego lo traicionó y lo llevó a la ruina. Cuando buscamos a las personas y las cosas que no nos convienen en lugar de aprender a cuidarnos, estamos dando entrada al enemigo. No dejes que eso te ocurra; empieza a cuidarte en lo espiritual, físico y emocional.

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