Respeta El Templo Del Espíritu Santo

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Templo del Espíritu Santo
Tu Cuerpo Es Templo Del Espíritu Santo

Respeta Tu Cuerpo Que Es Templo Del Espíritu Santo

“…HABÉIS SIDO COMPRADOS POR PRECIO; GLORIFICAD, PUES, A DIOS EN VUESTRO CUERPO…” (1 Corintios 6:20)

En la resurrección, “…se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible.” (1 Corintios 15:42 Biblia de las Américas). Pero mientras tanto, tienes que “honrar a Dios con tu cuerpo”, observando unos principios fundamentales, tales como:

1) Ejercicio físico regular

La mitad de los que empezamos programas de ejercicio físico, los abandonamos antes de seis meses. El secreto es empezar despacio: sube las escaleras en lugar de tomar el ascensor, aparca el coche y anda, juega al balón con tus hijos en lugar de ver la tele. Dios concibió nuestro cuerpo para que se moviera, y andar sólo la distancia entre el coche y el escritorio no es suficiente… Hacer ejercicio físico durante 30 minutos 3 o 4 veces por semana reduce la presión arterial y el estrés e incrementa tu sensación de bienestar.

2) Comer sano

Muchos comemos por razones equivocadas, como cansancio, ira o baja autoestima. Come para vivir, no vivas para comer. El no ingerir suficiente fruta, verdura y fibra y comer demasiada “comida rápida” puede hacer estragos en tu salud. Ten dominio propio. Recuerda que “… los que son de Cristo han crucificado la carne con sus… deseos.” (Gálatas 5:24).

3) Dormir lo suficiente

El pastor Tony Jenkins consultó a su médico respecto a los ronquidos de su esposa. ‘¿Pero tanto le molestan?’ le preguntó el doctor. ‘Es que no solo es a mí, sino a toda la congregación’, respondió Jenkins. Bromas aparte, vivimos en una sociedad que no duerme lo suficiente, aunque la realidad es que la mayoría necesitamos de siete a nueve horas de sueño. Probablemente, puedas sobrevivir con menos, pero ¿quieres solo “sobrevivir”? El salmista decía: “Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar… pues que a su amado dará Dios el sueño.” (Salmo 127:2). ¡Venga, apaga el televisor y el ordenador y vete a la cama temprano!

“…HABÉIS SIDO COMPRADOS POR PRECIO; GLORIFICAD, PUES, A DIOS EN VUESTRO CUERPO…” (1 Corintios 6:20)

El nombre del Dr. Kenneth Cooper es sinónimo de buena forma física, pero su compromiso con los temas de salud va más allá de simplemente tener buen aspecto. Cooper cree que tu cuerpo es un templo y que debes mantenerlo en forma. Actualmente, a sus más de 70 años, su condición física es la de un hombre de 49. ¿Cómo pasó de ser un estudiante de medicina gordo que vivía de comida basura y cafeína al hombre delgado y fuerte que hace caminatas rápidas todos los días? Haciendo esquí acuático en una ocasión, su corazón comenzó a latir 250 latidos por minuto y pensó que iba a morir. Fue una llamada de atención. Dios le estaba diciendo algo; ¡y no tuvo que decírselo dos veces! Cooper creó lo que hoy se llama aeróbic, perdió unos 16 kilos y corrió un maratón. El estar en forma se convirtió en su pasión; sin embargo, el dar conferencias y viajar tanto le pasaron factura también. Así que decidió alimentar su hombre interior con lecturas, oración, integrando enseñanzas espirituales en sus conferencias e involucrándose en la iglesia otra vez. Como consecuencia, ha ayudado a miles de personas. Él mantiene que su mayor aliciente para estar en forma es espiritual.

Entonces, ¿cómo se contrarresta un estilo de vida frenético y el estrés del trabajo? Primero, reconoce que “tu cuerpo es templo del Espíritu Santo.” (1 Corintios 6:19). Segundo, apúntate a un programa de mantenimiento físico, come sano, sé moderado y organiza bien tu horario. Si crees que cuidar de tu cuerpo no es “espiritual”, ¡piénsalo dos veces! Tan dañino es dejar que tu cuerpo se deteriore por malos hábitos como por el abuso de drogas o alcohol. En lugar de decir ‘no tengo tiempo’, saca el tiempo. ¡Eso podría salvar tu vida! Mientras tanto, te sentirás mejor y será mucho más fácil vivir contigo.

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