Nuestro Compromiso Supremo En La Palabra de Dios

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Nuestro Compromiso Supremo En La Palabra de Dios
Nuestro Compromiso Supremo En La Palabra de Dios

Cristiano Mira Bien a Lo Que Te Comprometes

MAESTRO, ¿CUÁL ES EL GRAN MANDAMIENTO EN LA LEY? (Mateo 22:36)

Cuando le preguntaron a Jesús: ¿Cuál es el mayor mandamiento?, su respuesta fue:“Amarás al Señor, Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39). Por ello, nuestro compromiso supremo debería estar basado en esos dos grandes mandamientos. Pero el problema es que nos enredamos en muchas cosas que nos impiden cumplir lo anterior. La Biblia dice: Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado? (2 Timoteo 2:4). En otras palabras, ten cuidado con las cosas en las que te involucras. Existen tres clases de compromisos:

1) Compromisos mayores.

Como casarse o comprarse una casa. Por desgracia, tendemos a no considerar bien el costo de éstos. Cuando compramos la casa, sólo pensamos en los metros cuadrados extra que vamos a tener, y no en la hora adicional que tendremos que pasar viajando todos los días al trabajo, ni en el tiempo que eso nos privará de estar con nuestra familia.

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2) Compromisos rutinarios.

Pueden parecer banales, pero no se debe subestimar su importancia. Cualquier padre cuyo hijo forma parte de un equipo deportivo sabe cuánto tiempo suele llevar esa clase de compromisos.

3) Compromisos tácitos.

Éstos son los que nos hacemos a nosotros mismos pero muchas veces no cumplimos. En la vida, los compromisos mayores acaparan toda nuestra atención, sin embargo son los rutinarios los que acaban controlándonos. Al ser tantos, ocurrir a diario y parecer tan insignificantes por separado, no percibimos la discrepancia cada vez más grande entre lo que decimos que más nos importa y lo que en la práctica hacemos con nuestras vidas.

Así que Jesús lo simplificó: “Amarás al Señor Amarás a tu prójimo” (Mateo 22:37-39). Cuando mides tu vida con ese criterio, tienes más posibilidades de vivir de acuerdo a los compromisos que de verdad merecen la pena.

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