Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno

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Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4

En mi niñez, recuerdo jugar a saltar la soga(cuerda) con una música que decía «en el valle donde crece la hierba verde». Esta canción daba la idea de una vista pacífica en la naturaleza. Yo también crecí en una ciudad sentada en un valle, por lo que puedo dar fe de su belleza, especialmente en las temporadas de primavera y otoño. Sin embargo, este valle en el Salmo 23 no es uno de belleza sino de muerte y de ambiente aterrador.

Aunque ande en valle de sombra de muerte

Cada uno de nosotros experimentará un valle en nuestras vidas. Será un lugar espiritual, emocional, mental o físico de incertidumbre en el que estamos asediados por el miedo, la preocupación o el arrepentimiento. «Aunque ande..» revela que a veces los valles no pueden ser evitados en nuestro viaje de la vida. A veces, para llegar al lugar donde Dios nos quiere, tenemos que atravesar estos valles.

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Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno

No obstante, no tenemos que tener miedo de los peligros vistos o invisibles porque Dios está con nosotros en los valles. Él también provee su vara y cayado, que nos confortan en el valle. Tener la presencia y el consuelo de Dios en los valles profundos nos asegura que finalmente saldremos de él. Es una estación de nuestra vida y no define nuestro viaje: ¡lo superaremos!.

Los valles son necesarios para que crezcamos en el Señor. Perdemos nuestra eficacia como testigos de la gracia de Dios si sólo tenemos experiencias en la cima de la montaña, mientras que todo el mundo que nos rodea está en el valle. Nuestro testimonio de cómo la Palabra de Dios nos consoló y cómo Él nunca nos dejó dará poder a nuestras palabras.

Oración

Amado Señor, cuando ande en este valle, ayúdame a descansar en tu presencia y dame consuelo. Déjame salir del valle lleno de esperanza y aliento para compartirlos con los demás. Señor quiero dar testimonio de tu gloria y tu poder. En el nombre de Jesús, amen.

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