¿Cúales Son Los Deberes de Los Padres para Con Los hijos?

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¿Cúales Son Los Deberes de Los Padres para Con Los hijos?

Deberes de Los Padres para con Los Hijos

“NO CORREGIR AL HIJO ES NO QUERERLO…” (Proverbios 13:24 CST)

Como padres, son tres los deberes que tenemos para con nuestros hijos. El primero es el cariño. La Biblia dice que si amas a tu hijo, lo disciplinarás, pero lo harás con amor, no con ira. No te creas eso de de que los buenos padres no disciplinan a sus hijos porque “los quieren mucho”. La verdad es, que si no corriges a tu hijo no es porque lo ames mucho, sino porque te amas mucho a ti mismo. Según una encuesta, más del 90 por ciento de los alumnos de bachiller habrían deseado que sus padres y sus profesores los hubieran querido lo suficiente como para corregirlos y para exigir más de ellos.

Al igual que el agua, seguimos el camino que menos resistencia presenta. Es mucho más fácil dejar pasar las cosas, evitar los enfrentamientos, esconder la cabeza bajo el ala y esperar a que las cosas mejoren que sufrir el dolor de disciplinar al hijo que amas. La Biblia dice: “Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido” (Proverbios 3:12 CST). ¡Reflexiona! El mejor padre y más sabio de todos es Dios. No es que Él nos ame, sino que Él es amor. No obstante, leemos arriba que el Dios de amor es alguien que disciplina. Por lo tanto, los progenitores que se niegan a corregir a sus hijos, en realidad están diciendo que son mejores padres que Dios. El amor siempre hace lo que es mejor para la otra persona, y hay veces en las que eso conlleva instrucción y disciplina.

Deberes De Los Padres Para Con Los Hijos

“LA NECEDAD ESTÁ LIGADA AL CORAZÓN DEL MUCHACHO, PERO LA VARA DE LA CORRECCIÓN LA ALEJARÁ DE ÉL” (Proverbios 22:15)

El segundo deber que tienes para con tu hijo es impartirle dirección. La Biblia dice: “La necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la corrección la alejará de él” (Proverbios 22:15). Ahora bien, no estamos hablando de que tu hijo no se divierta o de que no cometa errores; eso es parte del aprendizaje de la infancia.

La Biblia está hablando de “necedad”. Esta palabra tiene varios significados, como la falta de madurez, la falta de sabiduría o la tendencia a rebelarse contra las normas. Si amas a tu hijo, le enseñarás que la vida se establece en una serie de reglas; si las cumple tendrá éxito, en cambio si no lo hace, sufrirá las consecuencias. Por ejemplo, si a tu hijo lo pillan conduciendo a más velocidad de la permitida, la policía no dejará que salga impune; o si no paga la hipoteca, el banco no permitirá que siga viviendo en esa casa.

La Biblia dice que estas son las ideas erróneas que debes “alejar” de su corazón. Al igual que un coche que no está bien alineado tiende a irse hacia un lado y necesita que lo arreglen, tu hijo nació “desobediente” y necesita que lo corrijas. Salomón afirmó: “…El muchacho consentido avergüenza a su madre” (Proverbios 29:15). ¿Por qué sucede así? Porque el niño consentido sigue en el mismo estado en el que nació, un estado de “necedad”. Por lo tanto, hay que enseñarle a respetar la autoridad y a obedecer las reglas. Debe aprender que para cada acción siempre hay una reacción igual y opuesta. Es tu deber como padre explicarles eso a tus hijos.

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¿Cúales Son Los Deberes de Los Padres para Con Los hijos?

Deberes y derechos de los Padres con los hijos.

“CORRIGE A TU HIJO Y TE DARÁ DESCANSO, Y DARÁ ALEGRÍA A TU ALMA” (Proverbios 29:17)

El tercer deber que tienes para con tu hijo es corregirlo. Muchos padres cometen el error de decirles siempre a sus hijos dónde están equivocados, en vez de dedicarles tiempo a enseñarles a hacer bien las cosas y a seguir en el buen camino. La corrección según la Biblia abarca ambas cosas. Podemos añadir otra bienaventuranza a las ya conocidas, dedicada a todos los padres: “Bienaventurados los equilibrados”. Cuando vigilas de cerca a tu hijo pero nunca juegas con él, no estás siendo equilibrado. Observa detenidamente lo que escribió Salomón: “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma” (Proverbios 29:17). Aquí el verbo “corregir” significa castigar, reprobar u obligar a retroceder al camino correcto.

Recuerda siempre que la disciplina es como una espada de doble filo. No se trata solamente de corregir a los hijos cuando se equivocan, sino también de encaminarlos bien. Además, conseguirás mejores resultados con un estímulo positivo que con uno negativo. Tu trabajo no es hacer feliz a tu hijo, sino educarlo hacia la madurez. Cuando lo haces, ¡su felicidad está garantizada! No intentes ganar el concurso de popularidad con tus hijos. Ellos siempre te amarán, pero habrá momentos en los que seguramente no les gustarás nada. No te desanimes, esa fase también pasará. Solo continúa brindándoles la mezcla correcta de educación y disciplina y con el tiempo crecerán y te apreciarán otra vez. Y lo que es más importante: cuando se hagan mayores, se casen y tengan hijos, tendrán un modelo a imitar y un plan para triunfar.

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