Victoria sobre el enemigo
“DISPONES ANTE MÍ UN BANQUETE EN PRESENCIA DE MIS ENEMIGOS…” (Salmo 23:5 NVI)
Para proteger a las ovejas, el pastor debe estar siempre vigilante, porque existe una pequeña culebra, la víbora, que puede salir de repente de su hoyo, picar a las ovejas y matarlas. ¡Y eso es lo que el Señor ha hecho por nosotros!
Se ha encargado de aplastar a Satanás, la serpiente antigua, y nos ha preparado “un banquete en presencia de nuestros enemigos”.
Ha hecho por nosotros lo que hizo por Pedro después de que éste lo negara tres veces: invitarnos a tener comunión con Él.
Después de la resurrección, el ángel del sepulcro dijo: “…Decid a sus discípulos, -y a Pedro- que él va delante de vosotros a Galilea…” (Marcos 16:7).
El que más había fallado fue al que Jesús mencionó por nombre. Cuando Pedro llegó a la orilla del lago aquella mañana se encontraba cansado y acongojado; pero allí había una fogata, la comida estaba preparada y Jesús dijo: “…Venid, comed…” (Juan 21:12).
¿Has caído muy bajo? Jesús te invita a que vengas, seas alimentado, sanado, y a que se restaure tu relación con Él.
Sin embargo, hay una advertencia:
Pedro nunca creyó que iba a caer, pero lo hizo. Y a ti también te puede suceder. En palabras de Agustín de Hipona: ‘El diablo es como un perro rabioso que está encadenado. No puede tocarnos mientras estemos fuera de su alcance, pero si entramos en su círculo, nos expondremos a ser dañados y heridos.”
¡El enemigo es más fuerte que tú! Pero Dios te ha dado la estrategia para vencerlo: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7).
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.