Amados, yo os ruego que os abstengáis de los deseos carnales. 1 Pe. 2:11

carne-contra-espiritu-biblia
Amados, yo os ruego que os abstengáis de los deseos carnales. 1 Pe. 2:11

1 Pe. 2:11 Amados, yo os ruego que os abstengáis de los deseos carnales.

Como discípulos del Señor Jesucristo, tenemos el regalo de la salvación, la presencia en nosotros del Espíritu Santo y una esperanza renovada para nuestras vidas. Más aún, podemos luchar con nuestra carne o naturaleza pecaminosa como cualquier otra persona. Ser cristiano no nos aleja de desear lo que sabemos que es pecado. Muchos creyentes luchan todos los días con lujuria, glotonería o exceso de diversión, ira desenfrenada, egoísmo, etc. Cuanto más negamos nuestras luchas, más poder les entregamos.

Quiero darte una clave el día de hoy y decirte que, hay una salida. En 1 Corintios 10:13 sabemos que «No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar».

Dios nos da un camino para mantener nuestra carne en línea si estamos dispuestos a andar en justicia y pureza. ¿Cómo podemos controlar nuestra carne?

carne-contra-espiritu-biblia
Amados, yo os ruego que os abstengáis de los deseos carnales. 1 Pe. 2:11

Pues, puedes empezar siguiendo estos 3 pasos:

1. Confesión – admitir que tenemos un problema y pedir el perdón de Dios.

«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9).

2 Redirección – redireccionar activamente nuestras mentes lejos de nuestra tentación, conociendo y haciendo la palabra de Dios.

No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que al poneros a prueba podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta «(Romanos 12:2).

3 Santificación – alejarnos de aquellas personas o cosas que continuamente nos hacen caer.

Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.»(Santiago 1:21-22).

Oración:
Amado Dios, quiero ser libre de vivir bajo los designios de mi carne. Oro por Tu ayuda divina para vencer mis tentaciones. En el nombre de Jesús, amén.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí