Salmo 57:2 Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece
Es algo fantástico y sin igual es saber el propósito y el plan de Dios para nuestras vidas. Cuando sabemos que Dios nos ha llamado para un propósito mayor, somos fortalecidos en nuestra motivación y visión para lograr lo que está en nuestros corazones. Más aún, a veces hay dolor y un clamor en el proceso para cumplir el propósito.
A veces tenemos que decir que «no» a muchas cosas «buenas» para poder decir «sí» al propósito de Dios.
Podemos perder amigos a lo largo del camino porque ellos no entienden completamente el valor del propósito de Dios. Nuestros planes familiares pueden verse truncados porque el propósito requiere algo distinto en el momento.
Puede que tengamos que renunciar a los placeres recreativos para preparar nuestros espíritus para el siguiente nivel del propósito. Pero, el dolor del propósito vale cualquier cosa que tengamos que abandonar en este mundo.
Cuando Moisés vivió en el palacio como hijo adoptivo de la hija de Faraón, eligió alinearse con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres de la vida egipcia.
Cuando José fue perseguido diariamente por la esposa de Potifar, escogió permanecer fiel al propósito de Dios aunque esto significaba tiempo en la prisión.
Cuando Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron llevados a la sala del banquete babilónico, rechazaron la comida del rey para mantener la dieta ordenada por Dios para los judíos.
Cuando la reina Ester supo que su pueblo iba a ser aniquilado, eligió acercarse al rey aunque esto implicaría su muerte por su negativa.
Todas estas personas nos han dado ejemplos de vida al elegir el dolor del propósito sobre los placeres momentáneos de este mundo.
Nuestro propósito en Dios es sólido; y a través del Espíritu Santo, estamos seguros de que estamos en el camino correcto. A veces este camino es difícil, doloroso y frustrante -esto no es una excusa para abandonarlo. Podemos permitir que el dolor de nuestro propósito santo nos convierta en el pueblo que Dios ha llamado.
Oración
Amado Señor, oro por Tu fortaleza para pasar por los momentos de dolor y pueda cumplir Tu gran propósito en mi vida. Amén.
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HOLA DIOS TE BENDIGA ,,TODO LO QUE DIOS NOS DA ES PARA COMPARTIR ..DIOS ES BUENO Y DUEÑO DE TODAS LAS COSAS
SI,,,,
DE GRACIA RECIBI DE GRACIA DEBE DAR ,,,