¿Acaso no lo sabe Dios?

«Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua» Éxodo 4:10

Dios quiere usar a Moisés grandemente: ¡él será quien liberará a los hebreos de la opresión egipcia!. Sin embargo, a lo largo del relato vemos que Moisés es un hombre como nosotros, con virtudes, dones y talentos, pero también con defectos, debilidades y temores.

Cuando Dios le dice a Moisés que vaya a liberar a su pueblo, lo primero que dice Moisés es: nadie va a creer que Dios me envía. Muchas veces, cuando una persona (bien sea un predicador, un profeta, un vecino o un amigo) viene a nuestras vidas con una palabra de parte de Dios, necesitamos señales para creer que de verdad es Dios quien guía a esa persona, la mayoría de las veces Dios hablará a nuestras vidas de manera natural, y sólo cuando sea necesario nos hablará a través de señales y maravillas, no olvidemos que aun satanás hace «milagros».

Lo que Moisés le dice a Dios (el texto que abre este artículo) se puede resumir en estas palabras: Dios, incendiaste la zarza equivocada, la persona que tu buscas está lejos de acá, quizás en la montaña siguiente, yo soy Moisés, yo no se hablar, aun con todo lo que me dices que puedes hacer conmigo, yo sigo siendo torpe en mis palabras.

Entonces Dios le contesta, me gusta cómo lo expresan en la película el príncipe de egipto, Dios eleva su voz con enojo al escuchar cómo un hombre se atreve a decirle a él que se equivocó: «¿Quién dio boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar» Éxodo 4:11

Muchas veces cuando Dios se presenta en nuestras vidas y nos guía a hacer algo para lo cual nos sentimos incapaces, respondemos como hizo Moisés: le decimos a Dios que se equivocó, pero Dios nunca se ha equivocado, nunca se equivoca y nunca se equivocará sus decisiones ¡él es perfecto!

¿Acaso no sabe Dios nuestras debilidades? Aquél que nos creó, aquél quien nos ve desde antes de la fundación del mundo ¿no sabe que tenemos muchísimas áreas en nuestras vidas que debemos mejorar? ¿No sabe lo incapaces que somos?

Nunca dudemos de un llamado de Dios, pidámosle que nos llene de virtud para realizar la obra que nos ha encomendado, y recordemos siempre que sin él nada somos «Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho»Juan 1:3


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