A veces se crece «decreciendo» y en muchas ocasiones bajar es la forma de subir. Lamentablemente, en nuestra mentalidad enfocada en resultados, no hay cosa que nos pueda aterrorizar más que ver que nos «estamos atrasando». Pasa mucho en la iglesia donde, a pesar que preferimos los términos orgánicos, una bajada en números es señal de «fracaso». Si es verdad lo de lo orgánico (frutos, vid, ramas, etc.), ¿no se supone que los árboles se podan? ¿las ramas secas o enfermas no deben cortarse? En muchas ocasiones «bajar en números» es la mejor manera de «subir».
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