1ra. de Samuel capitulo 10

Bendiciones hermanos.

Continuamos con la lectura del libro de 1ra. de Samuel, hoy con el capitulo 10 que continua con el tema del capitulo anterior y trata también el Reino de Saúl.

Padre nuestro gracias hoy te damos por este nuevo día en el que podemos comenzar compartiendo tu palabra, te alabamos y te adoramos, te pedimos que este presente con tu Espíritu en la lectura diaria para que nos guíe y nos de el conocimiento necesario para usarlo en el crecimiento de tu reinó

1ra. de Samuel
Capítulo 10

10:1 Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?

10:2 Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?

10:3 Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino;

10:4 los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos.

10:5 Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando.

10:6 Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.

10:7 Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo.

10:8 Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer.

Reino de Saúl

10:9 Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día.

10:10 Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.

10:11 Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?

10:12 Y alguno de allí respondió diciendo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se hizo proverbio: ¿También Saúl entre los profetas?

10:13 Y cesó de profetizar, y llegó al lugar alto.

10:14 Un tío de Saúl dijo a él y a su criado: ¿A dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos a Samuel.

10:15 Dijo el tío de Saúl: Yo te ruego me declares qué os dijo Samuel.

10:16 Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada.

10:17 Después Samuel convocó al pueblo delante de Jehová en Mizpa,
10:18 y dijo a los hijos de Israel: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os afligieron.

10:19 Pero vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, y habéis dicho: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, presentaos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares.

10:20 Y haciendo Samuel que se acercasen todas las tribus de Israel, fue tomada la tribu de Benjamín.

10:21 E hizo llegar la tribu de Benjamín por sus familias, y fue tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl hijo de Cis. Y le buscaron, pero no fue hallado.

10:22 Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aún no había venido allí aquel varón. Y respondió Jehová: He aquí que él está escondido entre el bagaje.

10:23 Entonces corrieron y lo trajeron de allí; y puesto en medio del pueblo, desde los hombros arriba era más alto que todo el pueblo.

10:24 Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey!

10:25 Samuel recitó luego al pueblo las leyes del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová.

10:26 Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado.

10:27 Pero algunos perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.

Notas:

1 Samuel 10:1 Nótese que es un profeta el que consagra al primer rey de Israel. Es decir, que la realeza israelita aparece desde el comienzo vinculada al profetismo. Así se quiere dar a entender que dicha institución debía estar al servicio del pueblo de Dios. En adelante, los profetas reconocerán en principio la autoridad y la misión del rey (cf. 2 S 7), pero no por eso dejarán de reprocharle sus abusos e injusticias. Cf. 2 S 12.1-14; 1 R 18.1-19; Jer 22.1-12.

1 Samuel 10:1 ¿No te ha ungido Jehová… Israel?: La unción con el aceite sagrado, al mismo tiempo que establecía un vínculo particular entre Dios y el «ungido», significaba la elección divina y la consagración formal para el desempeño de un cargo o función (cf. Lv 8.12). La continuación del relato muestra asimismo que la unción confería el don del espíritu (v. 10; cf. 1 S 16.13), es decir, la fuerza y la competencia para el cumplimiento de esa misión. Véase Sal 2.2.

1 Samuel 10:1 Su pueblo: lit. su heredad.

1 Samuel 10:2 Raquel: Cf. Gn 35.19.

1 Samuel 10:2 Selsa: Podría tratarse de una población aún no identificada, aunque también es posible que el texto hebreo esté mal conservado.

1 Samuel 10:3 La encina de Tabor: Esta expresión no se refiere al monte Tabor, situado más al norte, en la llanura de Jezreel o Esdrelón. Algunos la identifican con Alón-bacut, es decir, la encina del llanto, cercana a Betel, debajo de la cual había sido enterrada Débora, la nodriza de Rebeca (Gn 35.8).

1 Samuel 10:5 Collado de Dios: lit. Gabaa de Dios. Es llamada también Gabaa de Saúl (1 S 15.34; Is 10.29; cf. 1 S 11.4) y Gabaa de Benjamín (1 S 13.2,15; 14.16). Se encontraba a 6 km al norte de Jerusalén. El complemento de Dios podría tener el valor de un superlativo, y en ese caso el significado del nombre sería Colina muy alta o muy hermosa. Pero, más probablemente, ese nombre se debía al santuario o «lugar alto» que había en sus alrededores (cf. v. 10).

1 Samuel 10:5 Una compañía de profetas: Estas agrupaciones de profetas extáticos son una de las manifestaciones más antiguas del profetismo israelita. Sus integrantes solían vivir en las inmediaciones de un santuario o «lugar alto» y practicaban cierta forma de vida comunitaria (cf. 2 R 2.3,15; 4.38-44); pero su característica más notable era el recurso a la música y a las danzas para entrar en un estado de trance o de exaltación. Su comportamiento extravagante los hacía a veces ridículos (cf. 2 R 2.23) y la exaltación colectiva solía resultar contagiosa (cf. 1 S 19.20-24). Fuera de Israel (cf. 1 R 18.19-29), e incluso dentro de él (cf. 1 R 22.10-22), esos estados de frenesí producían con frecuencia manifestaciones cercanas al delirio y la enajenación.

1 Samuel 10:11 ¿Saúl también está entre los profetas?: Esta pregunta expresa el estupor de los que veían a Saúl, un joven perteneciente a una familia de buena posición, mezclado con aquel grupo de profetas en trance.

1 Samuel 10:12 ¿Y quién es el padre de estos?: La gente se pregunta de quiénes son discípulos aquellos profetas, o bien quiere dar a entender que no tienen padre, es decir, que son de muy baja condición social.

1 Samuel 10:13 Al lugar alto: otra posible traducción: a su casa.

1 Samuel 10:16 Todo el relato anterior tenía por finalidad presentar a Saúl como un héroe digno de reinar sobre su pueblo a causa de sus cualidades personales (cf. 9.2) y de las circunstancias extraordinarias de su elección por parte de Dios (cf. 10.1). En tal sentido, este relato de la consagración de Saúl como primer rey de Israel es afín al de la elección de David y al de su combate con Goliat (1 S 16.1-13; 17.1-54) y al del juicio de Salomón (1 R 3.16-28).

1 Samuel 10:17 El relato que se extiende hasta el final del cap. retoma el hilo de la narración que en 1 S 8.22 había quedado en suspenso. El pueblo es convocado a una asamblea sagrada, y la elección del rey se realiza por medio de la suerte (v. 21). De este modo, adquiere estado público lo que hasta el momento había sido un secreto entre Samuel y Saúl (cf. 1 S 9.1–10.16).

1 Samuel 10:21 Acerca de la elección por medio de un sorteo, cf. Jos 7.16-18; 1 S 14.40-42.

1 Samuel 10:24 ¡Viva el rey!: Cf. 2 S 16.16; 1 R 1.34,39; 2 R 11.12.

1 Samuel 10:25 Este documento, que no se ha conservado, podría ser una especie de acta constitucional de la monarquía, destinada a reglamentar el ejercicio de la autoridad real. Cf. Dt 17.14-20.


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