«El evangelista Juan, el apóstol, cuando vivía en Efeso hasta una edad extremadamente avanzada, apenas podía ser llevado a las reuniones de la iglesia por sus discípulos, y cuando ya no podía expresar muchas cosas con sus palabras, no decía nada más en las reuniones que: «¡Mis hijitos, ámense unos a otros!» Cuando finalmente sus discípulos y hermanos presentes se cansaron de oír la misma cosa una y otra vez le dijero: «Maestro, ¿por qué sigues repitiendo la misma cosa?» Juan replicaba: «Porque es el mandato del Señor, y solo es suficiente cuando realmente se hace.»
Jeronimo, Comentario a Gálatas
93- Solo Es Suficiente Cuando Se Hace
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