Alcanzando A La Generación Desertora De Hoy

¿Por qué tantos jóvenes cristianos hoy dejan la iglesia?

Es en parte, porque no hemos sido buenos mentores.

Amo los cuatro Evangelios, pero Marcos es mi favorito. Lo describo como el Evangelio para los jovencitos – o para cualquiera con muy poca capacidad de atención. Es el más breve relato del ministerio de Jesús, y el más dinámico. Se enfoca en las acciones de Jesús, no en Sus sermones, y la palabra inmediatamente aparece en él 47 veces. Si una película se basara en Marcos, sería una película ruidosa de mucha acción, con demonios gritando, sanidades instantáneas y disturbios de multitudes.

Pero lo que más amo de Marcos es el trasfondo histórico de su autor – quien a veces es mencionado como Juan Marcos. Él es un joven cuando lo vemos por primera vez en la Escritura. Él estaba relacionado con Bernabé y asociado cercanamente con Pedro. (Estudiosos creen que el Evangelio de Marcos está basado en lo que Pedro le dictó a él). Sin embargo Marcos creó un dilema embarazoso para el apóstol Pablo. Se nos dice que Pablo se separó de Bernabé en Antioquía debido a que Marcos desertó del equipo (lea Hechos 15:37-40).

Podemos especular acerca de lo que causó este conflicto. Realmente no sabemos por qué Marcos desertó. ¿Temía la persecución? ¿Se acobardó porque extrañaba la comida de su madre en Jerusalén? O ¿Atravesaba un período de rebeldía? Tal vez. Pero al final, el pródigo volvió a casa. La epístola de Filemón dice que Marcos comenzó a viajar con Pablo otra vez (v. 23).

Pablo finalmente le dijo a Timoteo: “Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.” (2 Tim. 4:11b) ¡“Útil” es poco! Este joven, quien experimentó el fracaso temprano en la vida, ¡escribió una porción clave de la Biblia!

La lección es clara: No te rindas con los jóvenes. Vale la pena la inversión en ellos, incluso si se encuentran con altibajos y zigzags en el camino, podemos discipularlos. Quienes estamos en la categoría de “más viejos” debemos reconocer cuán útiles son estos jóvenes Marcos en el plan de Dios.

Soy bendecido al tener muchos jóvenes Marcos en mi vida, en estos días. Ellos van conmigo en mis viajes ministeriales – no cargando mi maletín o para vender mis libros, sino para ver cómo es estar en la línea del frente. El tiempo personal que paso con ellos es tan importante como cualquier sermón que predico a una multitud. Me he dado cuenta que cuando invierto en un joven cristiano, su vida es marcada para siempre.

Recientemente un joven líder del ministerio vino a mí para un consejo. Estaba frustrado pues la gente mayor no parecía interesada en construir una relación con él o en darle oportunidades para crecer espiritualmente. Le pedí que me diera una retroalimentación honesta acerca de cómo los líderes se relacionan con la generación más joven. Sentí que sus respuestas necesitaban ser escuchadas por una mayor audiencia. Nuestra conversación fue así:

¿Qué es lo que más deseas en un mentor?

Más que nada, deseo a alguien que me escuche. Sea que esté en lo correcto o equivocado acerca de algo, un mentor debería tomarse el tiempo de escuchar. Me encantaría que alguien me hiciera preguntas acerca de lo que está en mi corazón.

¿Cómo deseas ser tratado por un mentor?

Como un hijo. Sé cuán profundamente amo a mis hijos y cuán constantemente derrame sobre ellos amor, confianza, sabiduría y fortaleza. Cuando los corrijo, lo hago de manera gentil y que sea de ayuda – incluso cuando los disciplino. Quiero una relación cercana cristianamente, como veo en el Nuevo Testamento. Pero no quiero ser tratado como un niño. ¡Sí sé algunas cosas!

¿Qué cualidades de carácter buscas en un mentor?

Primero que nada, deseo alguien que sea real. Por favor relájate y deja de actuar como un predicador. Riamos mucho. Salgamos y divirtámonos. Disfrutemos nuestra compañía. También quiero ¡alguien que esté ansioso por enseñarme! Quiero saber cómo es que sientes el poder de Dios cuando oras por la gente. ¿Cómo preparas tus mensajes? Mantenme a tu lado cuando estás operando en uno de los dones del Espíritu Santo. Dime qué está pasando en el camino. Luego, déjame ministrar contigo.

También, por favor, comparte tu poder como Jesús lo hizo. No muestres hostilidad hacia otros ministerios. Date cuenta que tu “campo” no tiene a Dios en una caja, y que existen muchas cosas que puedes aprender de otros hermanos y hermanas en Cristo. Está dispuesto a aprender y crecer. No pelees con la tecnología. Y por favor, pon a tu esposa y familia ¡antes que el ministerio!

¿Escuchas el clamor de esta emergente generación? A dondequiera que voy, hoy en día, les recuerdo a los líderes de las iglesias y denominaciones que estamos perdiendo el tren si no estamos invirtiendo la mayor parte de nuestro tiempo discipulado una nueva generación. La iglesia está envejeciendo, y muchos jóvenes se han hecho a un lado debido a que nuestro enfoque en el ministerio se ha convertido irrelevante para ellos.

Si escuchamos sus corazones, los trataremos como hijos e hijas, invertiremos nuestro tiempo en ellos y reconoceremos sus dones, ellos – como Juan Marcos en el primer siglo – tendrán un impresionante impacto en la historia.

Archivado en: Liderazgo Juvenil Tagged: Porque se van Los jóvenes de la Iglesia


Comentarios

Una respuesta a «Alcanzando A La Generación Desertora De Hoy»

  1. Avatar de marilu
    marilu

    es intersante esto,,soy una jovencita de 16 años ,pero creo q aveces necesito ser ecuhada por mis padres ,hermanos,,ya que esto me ayuda a madurar,y a escuchar sus opiniones en diversos temas,,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.